“Nací con intersexualidad y me pusieron el nombre de David Roy Fitch. Cuando empecé a andar y a hablar dejé muy claro que era una niña y que quería vestirme como tal. En la pubertad me diagnosticaron médicamente y comencé un tratamiento para bloquear la producción de testosterona y a los 15 años comencé con potenciadores de estrógenos”

¿Sabías que si nuestros genitales son muy grandes o muy pequeños cuando nacemos se activa un protocolo de emergencia médica para ponerle rápidamente remedio? Eso es lo que le pasó a Cheryl Chase, activista por los derechos de las personas intersexo. Pero, ¿qué es una persona intersexual?

La destrucción de genitales intactos está institucionalizada y legitimada por el discurso médico-científico como corrección de genitales deformes, anormales, ofensivos, embarazosos o viciados en su desarrollo. En el proceso destructivo en que consiste, el 90% de los recién nacidos anatómicamente ambiguos son asignados con el sexo femenino, salvo que se garantice una función sexual masculina correcta. Se crea la forma de los órganos genitales del sexo asignado y se extirpan aquellos que no coinciden. A ello hay que sumar un proceso farm

En su cédula y partida de nacimiento consta como Nathalie, pero ayer acudió a la Dirección del Registro Civil de Guayaquil para intentar cambiar su nombre por el de Adrián y, además, legalizar el cambio de género de femenino a masculino. Adrián se define como intersexual. Mercy, su mamá, relató que él nació mujer, pero que los médicos nunca le comunicaron que también tenía testículos.

Cuando Lucie Veith se enteró de que en realidad siempre había sido un hombre, tenía 23 años. Fue el comienzo de una travesía emocional y médica de años. Bajo el consejo de especialistas se sometió a terapias hormonales y operaciones, lo que ella hoy define como “un proceso de transexualización forzoso”. Decidió hacer algo para que las personas que nacen igual que ella no pasaran por lo mismo. Se convirtió en activista y logró una revolución en Alemania, al convertirse en el primer país en Europa en reconocer la indeterminación sexual al nacer.

La Organización Mundial de la Salud y seis grupos de las Naciones Unidas han condenado la esterilización forzada de las personas transgénero e intersexuales,a fin de que sean conformes con el binario de género. El informe,'La eliminación forzada,coercitivo y no voluntario de la esterilización-Una declaración interinstitucional,'es la declaración más fuerte en apoyo de los derechos de las personas transgénero e intersexual por ser reconocido como el género en que se identifican con y sin tener que someterse a procedimientos quirúrgicos invasivos

A los recién nacidos intersexuales se les somete crónicamente a dolorosos procesos quirúrgicos y postquirúrgicos y tratamientos hormonales para que encajen dentro de un modelo binominal definitivo promovido por leyes dogmáticas, morales y legales que detrminan lo que es "correcto e incorrecto". Esta reconfiguración corporal no corresponde desde ningún ángulo a un criterio médico-científico que beneficie a los "pacientes", y concierne a la carencia de nuestras sociedades de integrar e incluir quienes no están dentro de nuestro código binario...

Cuando Doro Dorshner nació en un hospital suizo, hace 42 años, los médicos vieron que no era posible definir su sexo, pues su cuerpo tenía órganos genitales tanto masculinos como femeninos. Pero por decisión de sus padres no le practicaron ninguna cirugía para dejarle solo uno. Ese menor, bautizado como Paulo Alberto Ibarra, creció marginado y víctima de la discriminación en su propio hogar; su padre -de origen mexicano, quien lo procreó con una mujer suiza- constantemente lo insultaba por "afeminado".

Una vez, en un ejercicio colectivo, el sexólogo David Barrios nos invitó a pensar en una mesa grande. Cada uno de los presentes la visualizamos en nuestras mentes y luego tocó describir lo que cada quien había imaginado. No recuerdo bien, pero debo haber pensado en una mesa de ocho lugares. Otro compañero dijo que pensó en un rectángulo largo con 50 sillas. ¿Conclusión? Cada quien tiene su concepto de “grande”, dijo el terapeuta. Así, le pregunto, ¿qué sería para usted un clítoris grande, o más precisamente, uno demasiado grande?

De larga melena y tupida barba, la última ganadora del festival de Eurovisión Conchita Wurst, ha vuelto a desconcertar a medios y sociedad y ha puesto de nuevo sobre la mesa un debate frecuentemente ocultado, el de las personas que no encajan en las etiquetas ‘hombre’ y ‘mujer’. En octubre del año pasado la entrada en vigor en Alemania de una ley que permite poner sexo indeterminado a un bebé con algún tipo de intersexualidad ya abrió las puertas de una tema aún más controvertido. El primer paso: lograr la visibilidad.

Hubo una época no muy lejana en la que el concepto de tercer género, que ahora se atribuye a personas que no se sienten ni hombres ni mujeres, se usaba para describir a homosexuales y feministas. En España y países de su entorno, esta cuestión se ha abordado en debates y medios de comunicación desde una doble vertiente muy ligada a aspectos biológico-psicológicos. Muchos han caído en el error de identificar a los transexuales con este tercer género [..] los transexuales son hombres o mujeres que nacen con un sexo biológico equivocado...

El caso de un ciudadano de Sydney, que luchó para tener legalmente reconocido el poseer un género sexual no definido, ha terminado en una sentencia del Tribual Supremo dictaminando que las leyes de Nueva Gales del Sur han de permitir el registro de un tipo de sexo que no sea hombre o mujer.