Quizá nunca se sepa qué eran los objetos volantes sin identificar derribados la semana pasada por cazas estadounidenses, pero Washington empieza a plantear hipótesis y dejar otras de lado. Para empezar, el lunes insistieron en que no hay ningún indicio de que sean extraterrestres —la tesis más disparatada, pero que un general había preferido no descartar, dando alas a la especulación—. Este martes, además, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, ha añadido que nada indica tampoco —”por ahora”— que se trate de artefactos chino