Transcurría con total anormalidad el acto de la Universidad Complutense en el que se nombraba alumna ilustre a Isabel Díaz Ayuso. Elisa no nos defraudó. La ‘charo cachorra’, como la llama mi director, Antonio O’Mullony, chilló, nos contó sus traumas, nos invitó a buscar “comentarios de mierda” en Internet, y por último se marchó amenazando con romper su diploma pero sin romperlo porque el título que la avala como la mejor de su promoción conlleva un premio económico. Elisa es progre pero no tonta -del todo-.