Los aviones, con su ruido, su consumo de ingentes cantidades de combustible y sus emisiones, son una de las creaciones humanas que más alteran el medio. Ahora, un estudio añade otra perturbación: sus estelas en el cielo. El trabajo destaca que están teniendo un impacto sobre el clima mayor que los gases de efecto invernadero que salen de las turbinas de los aparatos. Lo peor es que, según sus cálculos, el calentamiento provocado por estas nubes artificiales, se habrá triplicado en 2050.