El florecimiento de la España poscrisis y la "primavera del empleo" anunciada por la ministra Fátima Báñez vienen acompañados de una nube en forma de más accidentes y más muertes en el trabajo. Entre 2012, año en el que arrancó la recuperación del PIB, y el 2016, cuando la economía nacional ya llevaba un ejercicio creando empleo, los muertos en su puesto de trabajo subieron un 11,7% (de 444 a 496); y si bien las lesiones graves se estancaron (apenas pasaron de 3.625 a 3.657, un +0,8%)