Los días 15 y 16 de enero, la CDU, el partido demócrata cristiano de Alemania, elegirá un nuevo líder para luego convertirse, si gana las elecciones, en el político más poderoso de Europa. Para España, el canciller ha sido siempre un político clave. Ahora, con la recuperación económica y la defensa del Estado de derecho, ambos en manos de Europa, el canciller alemán ya no será un actor secundario, sino el actor principal. Y cuando un país está muy endeudado, como es el caso de España, dependerá excesivamente de la generosidad de los demás.