A raíz del centenario de la Revolución Rusa, son muchos quienes elogian sus logros económicos en la extinta URSS: no en vano, la renta per cápita del país se multiplicó por 5,7 en 73 años (crecimiento anual promedio del 2,4%) En contraste, y en ese mismo periodo, EEUU multiplicó su renta per cápita 4,4 veces, (crecimiento anual promedio del 2%). A tenor de estas cifras, pues, la revolución parecería haber sido un completo éxito económico. Pero ¿realmente lo fue? No. Trataré de explicarlo estructurando la cuestión en torno a cuatro epigrafes: