Las carreras populares en las ciudades se han convertido en una tendencia imparable y los retos que se plantean los participantes, cada vez mayores, se han apoderado ya del entorno rural.

Un hombre de 44 años falleció este domingo en el kilómetro cinco de la prueba urbana Cursa Bombers (carrera bomberos)tras sufrir un paro cardiorrespiratorio.

Tony Martin ya había ganado un par de cronos en la carrera, y es bastante habitual verlo en fugas, algunas francamente exóticas como la del Ventoux en el Tour 2009, cuando parecía que se iba a convertir en un todoterreno de la mano del HTC, no en vano equipo sucesor del T-Mobile y donde alguien como Zabel o Aldag tenían puestos de responsabilidad y decisión. Sea como fuere, Martin se ha quedado en contrarrelojista -el mejor del mundo- y en un excelente rodador.

El próximo domingo, la élite del maratón mundial volará en Londres por un pasillo donde los patrocinadores dejarán un dinero y un colorido al que no estamos acostumbrados en otras latitudes. Pero detrás de ese grupo de cabeza, llegan los anónimos entre los anónimos.