El comercio mundial se encuentra en un momento de gran tensión, una tensión que ahora se nota en España. Los ataques hutíes a cargueros en el Mar Rojo ha hecho que buena parte de las empresas de transporte marítimo del mundo, la sangre por la que fluye el comercio mundial, se vean comprometidas. Ante la perspectiva de una ruta peligrosa a través del Mar Rojo, rumbo al canal de Suez, que conecta los océanos de Asia con el mar Mediterráneo, las navieras han cambiado su ruta, redireccionando sus naves hacia el Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica