El intercambio telefónico de aproximadamente una hora entre el presidente Donald J. Trump y el secretario del Estado de Georgia, Brad Raffensperger, es un nuevo episodio en la escalada presidencial que pone a prueba la frontera entre la legalidad y la ilegalidad. Algunos expertos en geopolítica hablan de “frontier probing” o “tanteo de frontera” para referirse a las nuevas lógicas de agresión imperial del nomos de la tierra. De forma análoga, la razón de Trump transfiere esta modalidad arbitraria de la geopolítica al plano de la legalidad.