Según las últimas restricciones publicadas en Alemania, en caso de no poder acreditar un estatus 3G (por las siglas de geimpft, genesen, getestet, que significa en alemán vacunados, sanados o con test negativo), los revisores de la compañía de transportes BVG podrán expulsarles de los andenes. La novedad desató una oleada de críticas contra el gobierno de la ciudad-estado de Berlín, compuesto por socialdemócratas, verdes e izquierdistas