Arkady Zverev, de 22 años, conocido como el "pedófilo caníbal" ruso, ha muerto cuatro meses después de su intento de suicidio en prisión. Zverev, que estaba a la espera del juicio, reconoció haber matado a su casero, Alexander Popovich, de 21 años, antes de hervir sus ojos, calentar a máxima potencia en el microondas su cabeza cortada y alentar una niña de 12 años, a la que describió como su novia, a freír y comerse el corazón y el cerebro de la víctima.