“Si acabas la comida te compro un chocolate” , “Si sales aprobado en el examen te compro el juguete que tanto querías”… “Ahora te vas a tu cuarto a pensar por pegarle a tu hermanito”, ”Una semana sin ver tele”… y la lista sigue… Ya no sabemos qué hacer para que nos haga caso o para controlar su comportamiento. Es entonces que recurrimos a los premios y a los castigos, total, así nos educaron y así educamos nosotros, aún cuando muy en el fondo sabemos que ese tipo de disciplina no funciona.