No han pasado ni tres días de las elecciones y ya se lanzan algunos a sugerir que se busque un presidente sin carné de afiliado y, atención, por encima de los partidos. O traducido, que el nuevo presidente del gobierno no sea ni Rajoy, ni Sánchez, ni Iglesias, ni Rivera. Ni siquiera Rufián, que es el de Esquerra. Un outsider, alguien que no esté en la política y que sirva para que lo apoyen partidos distintos. Como entretenimiento para comidas y cenas navideñas, el juego vale.