La violencia contra las mujeres puede manifestarse de múltiples formas: violación, esclavitud sexual, maltrato físico y emocional, matrimonios forzados, presión en cánones de belleza... Algunas de estas formas pueden implicar la muerte de las mujeres, entonces hablamos de feminicidio. Estos asesinatos no son hechos aislados. Son el resultado de una cultura que normaliza y tolera la violencia contra las mujeres de una forma espeluznante. Detrás hay situaciones estructurales de subordinación, dominación y desigualdad que afectan a las mujeres.