El 5 de mayo, por trigésimo año consecutivo, se publicaba el listado de playas y puertos agraciados con una Bandera Azul, unos galardones otorgados por la Foundation for Enviromental Education que premian las condiciones ambientales y las instalaciones de las zonas de baño del litoral. Pero todo premio tiene su antagonista. Y lo más llamativo es que, en esta ocasión, algunos trozos de costa hispánica –18 en concreto– poseen dos banderas: una azul y una negra.