Desde que estalló la violencia en Siria en marzo de 2011, la guerra ha ido escalando hasta convertirse en un “todos contra todos” de gobierno, rebeldes, islamistas y potencias extranjeras. Más de 200.000 personas han muerto y, siempre según cálculos de la ONU, hay hasta 4 millones de desplazados: miles de ellos, los protagonistas de la reciente crisis de los refugiados en Europa.