Cuanto antes acepte negociar Marruecos una solución democrática y que respete el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui, será más ventajoso para sus intereses como país y así podrá acelerar la democratización y la reforma tan necesaria para su viabilidad y supervivencia como país. Su actual visión del conflicto le llevará irremediablemente a un callejón sin salida.