La pirotécnica provoca ansiedad, pánico, temblores, taquicardia, náuseas, pérdida de aire e incluso la muerte a muchos animales, tanto domésticos como silvestres. Ante las demandas animalistas, el Síndico de Vitoria-Gasteiz recomendó al Ayuntamiento restringir a un cuarto de hora el uso de material pirotécnico en Nochevieja, y un Bando municipal así lo ha establecido, mencionando a los animales como uno de los colectivos afectados.