Hasta con mastines educados de un vecino me las he tenido tiesas. Dejándoles 15 m de distancia perimetral, el ganado estaria a 300m, y ahí los bichos obligándome a subirme por matorral, y nasti, agresivos y persiguiendo. Me he cruzado con lobos y con osos pardos (una vez uno con crías), y sin incidentes y no más que una mínima intranquilidad por la incertidumbre. Ahora, con perros... muy tiesas
#3 no hay más que ver los despidos disciplinarios basados en falsedades o vaguedades para tratar de evitar el pago de indemnizaciones. Deleznable, pero el sistema les favoreve y a la gente sin capacidad de revolverse, les enferma
#3 a los más jóvenes siempre les digo: haz todo lo posible para elegir "salud" en tu carrera profesional. No es nada fácil, pero nada merece la pena. A los demás, pillados con obligaciones y situaciones o no, les pido que cuantifiquen su salud mental yb y física para si toman la decisión de cambiat su rumbo (camino largo y no exento de dificultades), tengan donde agarrarse en los momentos de deacimiento. Ahora, merece la pena. Por menos nos la jugamos, me dijo alguien hace poco y ¡leñe! Es verdad
#1 es vital que loa convenios, las leyes y la inspección, cuiden del bienestar. El trabajo precario y los incumplimientos hacen mucho daño. No obstante, las personas con buenas o grandes retribuciones también sufren estrés crónico laboral. El dinero, claro que ayuda, pero por desgracia, ni siquiera nos puede librar de los originadores de estrés más fuertes.
Totalmente contigo: hay que luchar
#15 No invierten o peor, desivierten, en prevención ¿Van a invertir en un sistema público de salud mental? Eso sí, medicación sin límite que algo queda en los bolsillos de alguien.
#1 Los que presuntamente la clavaron fueron, Jacobo Cosmen (Presidente de ALSA y miembro de esa familia tan "cercana" al Opus Dei) y su socio en esta "aventura", Alberto Lago (otro insigne empresario con foco en las concesiones públicas). El Ayuntamiento de Oviedo había llegado a un acuerdo con la sociedad "Jovellanos XXI" que había fundado Cosmen y Lago para encargarse de sacar provecho de las parcela de Buenavista (donde descansa el centollo) y el El Vasco (una preciosa y antigua estación de tren que ahora es un bicho comercial terrorífico). Todo lo demás está en las hemerotecas y en sumarios judiciales que a poco han llegado, salvo para el bolsillo del arquitecto, que sí que tuvo que desembolsar.
El país sigue infestado de ratas fascistas y represoras en sus instituciones y calles, por tanto, sin solucionar esto, la persecución y las cunetas seguirán alternándose