#16 Ya lo sé, te comprendo perfectamente y, en fin... sin conocerte, induzco y desprendes una honestidad admirable.
El problema de fondo no es del currante medio, del que su familia y su vida pende de un puesto de trabajo donde estar sin ello lo excluye de la sociedad, sin más horizonte que sus pasos del día a día.
Pero sí es una cuestión de seguridad, que abarca y afecta también a lo público.
Esto es un problema político, de otro modo de corrupción, de precariedad laboral donde la usura del empresario amigo-de y la explotación (aquí o allá) se toleran por necesidad imperiosa... donde se silencian esos gritos cada vez más patentes.
#14 Ya sé que lo de vigilante-privado no existe, pero es para enfatizar la diferencia entre el policía (por su carácter público)
Aparte de lo que dije en #13 hay problemas de bastante calado de fondo y de forma de la seguridad privada sobre los vigilantes de seguridad.
Sin ir más lejos, algo que se ha convertido en normalidad, algo bastante habitual es echar a la gente que inicia una pelea del local para que continúen en la vía pública, casos incluso graves de alteración de la seguridad pública. Es una norma entre los vigilantes de seguridad, de FACTO.
Luego llega la policía o guardia civil a resolver el problema, mientras los vigilantes de seguridad se quedan en la puerta viendo como los policías se juegan el pellejo en la vía pública de unos clientes de ese local. Alegan que ellos están para la seguridad del local, no para lo público o alegan que están para control de accesos, no para seguridad o... ... ...
Ese es un ejemplo clamoroso de hasta qué punto llega la picaresca en la vigilancia-privada, donde prima el negocio ante la seguridad.
El policía, sin embargo no puede marchase, da igual si es en lo público o en lo privado.
Te podría poner mil ejemplos que son NORMALIDAD, desde eso a escoltas que son verdaderos matones... porque su ley es la ley de su jefe, que para eso les paga.
#10 Bien, pero aquí pones en relieve seis cuestiones:
1.- La idoneidad de vigilantes privados para asumir funciones de vigilancia de un edificio muy sensible en seguridad.
2.- La preparación de las fuerzas y cuerpos de seguridad (y su estatus jurídico)
3.- La preparación de vigilantes privados (y su estatus jurídico)
4.- Los beneficios de una empresa y en base a ello, subcontratas.
5.- Sobre movilización social, política, manifestaciones en contra de la privacidad de la seguridad pública en edificios estratégicos, sensibles y de gran interés general.
6.- La lucha laboral de unos trabajadores por el respeto a sus derechos y la precariedad laboral.
Te respondo, a la cuestiones:
1.- Es una imprudencia de primer orden poner vigilantes privados en esos edificios tan sensibles, primero por su mayor corruptibilidad, segundo porque pueden abandonar el servicio sin más, tercero porque responden principalmente a su jefe, un empresario y sus caprichos y no al Estado, cuatro por cuestiones de información sensible...
2.- Sobre la preparación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, hoy por hoy, en cuanto intelecto están entrando chavales mínimo con bachiller y la mayoría de ellos con carreras ya empezadas o terminadas, en oposiciones bastante jodidas que requieren necesariamente un estudio, siendo elegidos los mejores de entre oposición. Posteriormente estudian casi un año entero sólo y exclusivamente cuestiones policiales, desde derechos humanos hasta cacheos. No voy a entrar en quien entró en hace ya décadas, te hablo de un policía o guardia civil normal, como media. El policía responde ante el Estado, su estatus jurídico en caso de que cometa ciertos ilícitos, es bastante delicado. Si abandona el servicio comete un delito y si no se enfrenta al peligro también. El policía detiene e instruye atestado. Tiene autonomía y no puede ser apartado de un caso ni removido a dedo de su plaza.
3.- Un vigilante privado, en ocasiones, no hace ni curso, porque casi le… » ver todo el comentario
El problema de fondo no es del currante medio, del que su familia y su vida pende de un puesto de trabajo donde estar sin ello lo excluye de la sociedad, sin más horizonte que sus pasos del día a día.
Pero sí es una cuestión de seguridad, que abarca y afecta también a lo público.
Esto es un problema político, de otro modo de corrupción, de precariedad laboral donde la usura del empresario amigo-de y la explotación (aquí o allá) se toleran por necesidad imperiosa... donde se silencian esos gritos cada vez más patentes.