No es tan fácil el asunto. Supongamos que una persona quiere suicidarse: ¿de verdad lo quiere? ¿Es libre de ese deseo? ¿O acaso se encuentra en un aprieto existencial, de tal modo que bajo otras circunstancias no se suicidaría? En ese caso, ya no es tan libre como parece, porque estaría coartado por una circunstancia.
También podría darse el caso de que él dijera: "Estoy decidido a suicidarme porque así lo deseo". Pero la misma decisión ha mostrado el asesino de Oslo, por ejemplo, y también la decisión de matar o de no matar era suya. Y todos pensamos que el muy bastardo no sabía lo que estaba haciendo: él se creía que sí, que estaba luchando por la raza aria, y demás cantinelas. Pero lo cierto es que eso de la raza aria es un cuento; y él, engañado, mezclando su frustración con su ideología, y afectando además a la vida de gente inocente.
Puede que un suicida sólo afecte a su vida (como seguramente ibas a decir). Que, además, es dueño de ella. Pero eso sería suponer que "la vida" es una posesión suya, como su cartera o su coche. Pero no es verdad. La vida propia no se posee, literalmente: uno es su vida. No hay posesión, sino identidad. En rigor, la propia vida es inabarcable. Cuando alguien dice "odio mi vida" está rechazando el dolor que le provoca lo externo. No está rechazándola como quien rechaza una vieja secadora.
Lo que quiero decirte con esto es una cosa: hablar de "decisión" en términos racionales, cuando de suicidios se trata, es reducir, con la simpleza de un teólogo o de un mormón, la infinidad de estados de ánimo del ser humano. ¿Quién sabe cómo se toma esa decisión? No se trata de escoger entre un filete de merluza o uno de bacalao: se trata de auto-exterminarse. ¿Puedes aquí hablar, tan pancho, de 'decisión? Vamos, hombre.
No sé si has leído algo de filosofía. Hay un librito de Schopenhauer (y perdón por la pedantez) que analiza si nuestra voluntad es libre o no. Y para ello hay que saber si lo que uno quiere y lo que uno desea, están predeterminados de algún modo, o si vamos creando nuestros propios deseos por lógica, por voluntad, o por azar. No habla de que uno quiera cosas (o las decida); sino de si uno quiere lo que quiere, o quiere lo que quizá podría en otros casos no querer. O sea: que puede ser que muchas veces no sepamos ni lo que queremos, ni lo que hacemos, ni lo que decidimos. Pero pensamos que sí, equivocadamente.
Cómo se complica la cosa en cuanto uno piensa un poco, ¿eh?
Te he escrito todo esto porque tu frase está muy equivocada, y porque ya la he escuchado bastantes veces. Pues no, no es una decisión, ni es una cosa exclusiva o no. El suicidio un gesto, y conlleva infinitos matices. No lo reduzcas con una sentencia.
Mucha nostalgia y mucha leche, pero ¿cuántos de vosotros habéis jugado a los nuevos capítulos de Monkey Island? www.telltalegames.com/monkeyisland
Y digo capítulos, porque Telltale, la compañía que tiene los derechos de la saga, vende el juego por capítulos, que forman parte de una temporada.
No os dejéis engañar por el aspecto gráfico; son muy dignos de llevar el nombre que llevan, y han recibido excelentes críticas en un montón de revistas.