Antes de que lo crujamos, indignadísimos, a negativos, merece la pena leerlo. Porque como tío me reconozco, y mucho, en el que reacciona a la defensiva cuando nos llaman machistas. Y sin embargo, como producto de un sistema machista, es lo que somos. Lo inteligente es reconocerlo, cuestionarnos y ver de qué manera podemos ayudar a cambiar una situación objetivamente insostenible (aunque solo sea porque cada año, en España, matan a 60 mujeres de media). Y hacerlo, además, naturalmente y sin miedo.