Cualquiera que sepa un poquito como funciona el poder sabe que el aura de "prestigioso periodista", "profesional" o el más risible "independiente" es una mera falsedad auspiciada por los mismos que le pagan como vocero.
Gabilondo nunca fue un periodista en el sentido puro del término. Ha sido, eso si, un gran profesional de la propaganda y las relaciones públicas de sus amos; un maestro de la gestión de la información y las percepciones, que ha mostrado su valía (para sus amos) ateniéndose siempre al guión que le pasaban.
Para la posteridad quedará su compadreo perruno con Zapatero, cuando este le pasaba la consigna "Nos conviene crear tensión [Iñaki]" www.youtube.com/watch?v=cVN7xk-_IaQ
O su VERGONZOSAS excusas sobre su silencio cómplice e "ignorancia" sobre la corrupción del Emérito. www.meneame.net/story/inaki-gabilondo-sobre-juan-carlos-i-hemos-sido-d
Como comentaba otro usuario "Porque en su dilatada carrera como periodista de prestigio nunca supo de las corruptelas ni tuvo altavoz para denunciarlo. Pobre."
El "prestigio" es algo que los poderosos te lo dan o te lo quitan. Iñaki bien sabía lo que le convenía.
Aquí en UK llegaron a una solución más simple y efectiva: en todas las consultas médicas y/o hospitales hay un cartel de tolerancia 0 al abuso o agresión hacia el personal o las instalaciones.
Y ojito con no hacer caso al cartelito, que vas de patitas al calabozo en menos que canta un gallo porque la ley la respalda.