Estoy completamente de acuerdo con el titular. Yo decidí dejar mi trabajo para viajar 6 meses por Asia. Al final el viaje fue de 11 meses, y me tuve que volver por problemas de salud de un familiar porque ya había replanificado viajar durante 15 meses. Tailandia, Malasia, Singapur, Laos, Vietnam, Camboya, Filipinas y Nueva Zelanda.
Cuando mis amigos me preguntan qué es lo que más me gustó les digo siempre lo mismo: "alquilarme una moto y perderme por sitios por los que apenas hay carreteras". Tengo especial recuerdo en Camboya, donde el autobús lleno de turistas que iban a ver los templos de Angkor paró en mitad de una carretera y el conductor me dijo "éste es tu sitio". Me bajé con todos los turistas mirándome extrañados y preguntándome qué había allí para que decidiera bajarme, a lo que les tuve que contestar que no lo sabía pero que intentaría descubrirlo. Me alquilé una moto y me perdí por caminos de tierra entre plantaciones de arroz. Me paraban los campesinos para compartir su comida y beber licor de arroz, comunicándonos a través de señas. Ninguno me pidió nada a cambio, aunque siempre llevaba lapiceros para los colegios, horquillas para que las niñas o fruta para compartir con cualquiera.
También recuerdo perderme por las montañas de Laos, sitios donde campesinos viven en pequeños pueblos a más de 4 horas andando del siguiente pueblo con una carretera. Jamás he visto tantas sonrisas sinceras en tanta gente, tanto niños como mayores. O cuando me perdí por las montañas Banaue en Filipinas y la gente se extrañaba de que fuera sin un guía turístico por esas zonas. Era llegar a un lugar remoto, y todos los que vivían allí compartían sus historias contigo siempre con una sonrisa en la cara. Te despertabas por la mañana y tenías un ramo de flores, que habían ido a buscar los niños de la aldea antes de ir al colegio, junto a tus zapatillas. Te contaban historias personales de cómo tuvo que vivir su pueblo durante la dictadura de Pol Pot (en Camboya), o cómo lucharon contra los americanos en la Guerra del Vietnam (Laos y Vietnam).
Por todo eso es por lo que ahora siempre que viajo intento evitar las zonas turísticas. Porque yo soy de los que viajo para conocer a las gentes y sus costumbres. Y cuando mis amigos me preguntan qué deberían visitar en algún país de los que he estado les doy dos opciones: busca en Google para ver dónde va todo el mundo, o investiga un poco, aventúrate y ve a descubrir cómo es realmente un país.
Recordatorio, Sol es una plaza que todos los fines de semana vive una imagen similar, a partir de las 4 hay gente que desea volver a casa después de estar de fiesta y dado que el cercanías no abre hasta las 5, pues la gente está por allí, sentada en la fuente, bebiéndose una cerveza de los chinos y charlando tranquilamente, esperando a su hora.
Eso en el mejor de los escenarios, sino hablamos de pasados de rosca, vomitonas, cánticos y demás.
La diferencia de aquellos días y sobre todo si obviamos el primer día, fue que la gente que poblaba la plaza no venía de fiesta y se encontraba reunida allí con motivos políticos.
Y ese fue entre otros el motivo de ser desalojados, agredidos y multados, que decidieron no estar de fiesta y debatir sobre política.
Y luego que la democracia y sociedad de este país no puede catalogarse como corrupta, nula e impresentable.
Acabo de ponerlo en la otra noticia, pero lo copio también en ésta.
IMHO,
NO ES UNA MANIFESTACIÓN, aunque todo se inicia con no una, sino varias manifestaciones simultáneas.
NO ES UNA CONCENTRACIÓN, aunque las manifestaciones acaban en una concentración en Sol.
ES UNA ASAMBLEA. Se trata de reunirnos para debatir sobre los problemas de la nación, aportar conocimiento, buscar soluciones.
4 días es muy poco para todo lo que queda por hacer, y poner horarios es simplemente ridículo. Se acampará si es preciso, Sol es cañada real y esta permitido (y si no lo está da igual, se fuerza un poco el ordenamiento jurídico y arreglado). Yo recomiendo llevar la comida en un tupper, like a president. Por cierto, para manifestarse tampoco hay que pedir ningún permiso. Se comunica cuando se requiere presencia policial, pero no es el caso. Si alguien necesita policía, que lo comunique a la delegación de interior. Son un servicio público, están para eso.
Cualquiera está invitado, sólo tiene que acercarse a participar con educación. La violencia está contraindicada, se trata de hablar, de razonar, de debatir con ARGUMENTOS.
Las porras, las pelotas de goma y los gases lacrimógenos son los argumentos de los perdedores. Si los usan, sabremos que han perdido y la asamblea decidirá las responsabilidades que se pedirán.
Se propondrá, en cualquier caso, el enjuiciamiento de C. Cifuentes y F. Puig por prevaricación. De hecho, ya hay gente trabajando en la demanda judicial.
No, sé lo que opinan los demás, pero yo creo que como NO somos reyes, ni lamentamos las molestias a los comerciantes (que NO son dueños del espacio público), ni creemos estar equivocados, ni prometemos no volver a hacerlo (mas bien al contrario).
Cuando mis amigos me preguntan qué es lo que más me gustó les digo siempre lo mismo: "alquilarme una moto y perderme por sitios por los que apenas hay carreteras". Tengo especial recuerdo en Camboya, donde el autobús lleno de turistas que iban a ver los templos de Angkor paró en mitad de una carretera y el conductor me dijo "éste es tu sitio". Me bajé con todos los turistas mirándome extrañados y preguntándome qué había allí para que decidiera bajarme, a lo que les tuve que contestar que no lo sabía pero que intentaría descubrirlo. Me alquilé una moto y me perdí por caminos de tierra entre plantaciones de arroz. Me paraban los campesinos para compartir su comida y beber licor de arroz, comunicándonos a través de señas. Ninguno me pidió nada a cambio, aunque siempre llevaba lapiceros para los colegios, horquillas para que las niñas o fruta para compartir con cualquiera.
También recuerdo perderme por las montañas de Laos, sitios donde campesinos viven en pequeños pueblos a más de 4 horas andando del siguiente pueblo con una carretera. Jamás he visto tantas sonrisas sinceras en tanta gente, tanto niños como mayores. O cuando me perdí por las montañas Banaue en Filipinas y la gente se extrañaba de que fuera sin un guía turístico por esas zonas. Era llegar a un lugar remoto, y todos los que vivían allí compartían sus historias contigo siempre con una sonrisa en la cara. Te despertabas por la mañana y tenías un ramo de flores, que habían ido a buscar los niños de la aldea antes de ir al colegio, junto a tus zapatillas. Te contaban historias personales de cómo tuvo que vivir su pueblo durante la dictadura de Pol Pot (en Camboya), o cómo lucharon contra los americanos en la Guerra del Vietnam (Laos y Vietnam).
Por todo eso es por lo que ahora siempre que viajo intento evitar las zonas turísticas. Porque yo soy de los que viajo para conocer a las gentes y sus costumbres. Y cuando mis amigos me preguntan qué deberían visitar en algún país de los que he estado les doy dos opciones: busca en Google para ver dónde va todo el mundo, o investiga un poco, aventúrate y ve a descubrir cómo es realmente un país.