No es necesario conocer todos los idiomas con fluidez, en muchos casos los doblajes están limitados a imitar el movimiento de la boca del actor original, por lo que tienen que adaptar sus palabras a esos movimientos, las cuales no necesariamente tienen una pronunciación igual. Si se escriben simplemente subtítulos, ese problema se elimina y por lo tanto se pueden conservar algunas sutilezas del lenguaje