Cuando tu hombre vestido de negro de confianza, que oye voces y conecta telepáticamente con otro hombre zombie hijo de si mismo omnipresente, te previene de atender médicamente a las mujeres, como es tu obligación.
El propósito, desde luego, con largas colas y haciendo visitas con grupos de entre 10 o 15 personas interesadas, no es alquilar un piso.... ignoro cual es, pero alquilar un piso, no.
Sinopsis: Tras años engordando la empresa pública, cuando haya algo que rascar, ya la vende la derecha a sus amigos, a valor simbólico.