#15 Esta misma conversación la tuve -junto a otros amigos- con el único compañero catalán en nuestra residencia de estudiantes, y lo comprobamos en el metro: uno de nosotros se quedó de pié a su lado haciendo ver que le entendía mientras hablaba con normalidad, como si fueran colegas manteniendo una conversación privada. Nadie puso cara rara, ni dijo nada. Pasaron olímpicamente. Y nuestro compañero perdió la apuesta: su ración de postre de la cena en el comedor aquel día.
No creo que lo que te pasó fuese por el hecho de hablar euskera en sí: el problema es que es realmente rarísimo por aquí. A diferencia del catalán (especialmente en el metro, en conversaciones por teléfono), yo nunca lo he escuchado, y llevo varios años viviendo en Madrid. Como consecuencia, probablemente la gente de ese bar pensó instintivamente algo así, según una "lógica corrupta" muy propia del ser humano, por desgracia:
"Ese chico habla euskera: nadie aprende euskera si no es vasco, ergo es vasco. Nunca me he encontrado con vascos hablando euskera, y los que conozco hablan español. Los independentistas tienen apego a hablar euskera, especialmente los extremistas, ergo es uno de ellos. Los extremistas vascos bordean la justificación cuando hablan de terrorismo." => duda, tensión => reafirmarse.
Eso no pasa tampoco con el gallego, además del catalán: yo soy de allí y, en todo caso, alguna vez he generado curiosidad a personas mayores, siendo ello motivo de conversación. A excepción, claro, de si se está utilizando como arma arrojadiza, según he visto hacer -muy pocas veces- a algún aficionado del Barça al bajarse en la estación de Santiago Bernabéu de la línea 10, que cojo a menudo. Nada que no pase también entre facciones pseudoviolentas de otros equipos de toda España, por razones ideológicas. Si al oyente le parece claro que no se está mezclando idependentismo con idioma, no hay crítica ni mala cara alguna entre la inmensa mayoría de madrileños, como bien explican también los comentarios #40 y #44.
#32 Seguramente el taxista te dirá que estuvo de vacaciones en Salou. En el Metro lo más seguro es que te ignoren todos.
Si piensas otra cosa, probablemente has pisado Madrid poco, y te crees todo lo que te cuentan.
#42 Bueno, eso y que el problema está en la generalización a todos los americanos a partir de acontecimientos aislados, no en el tema léxico de si hablaba solo de estadounidenses o de todos los americanos.
#32 Mi GJ (GranJefazo) es un pedazo de señor y habla, además de español, inglés y francés con la misma soltura, catalán, porque nació allí. No pocas veces le he visto sacar el móvil en el restaurante o en la calle y conversar en catalán. Nadie le ha mirado raro nunca. Y, egoístamente, más tonto sería el que lo hiciera, la verdad.
Sobre esto: pues, aunque en todas partes haya idiotas, si nos ponemos en la piel de personas que acaban de vivir un atentado y que, no lo olvidemos, no están "acostumbrados" a ello, que el último que les tocó fue hace ya más de diez años, en cierta manera es normal que vean malos por todas partes y estén asustados. Eso, no disculpa una actitud tan racista e infantil, pero también hay que comprenderlos... Recuerdo que tuve un compañero de Zaragoza que vino a trabajar con nosotros a Madrid. Su madre estaba preocupadísima por él porque pensaba que, entre atracadores, ajustes de cuentas, la ETA, los yonquis, los de los secuestros-exprés y la sota de oros a caballo, el mejor día se quedaba sin hijo...
#85#88#90#102 Entonces, si esta periodista dice que ha visto a Cospedal violar a menores, comer gatitos vivos, caminar sobre brasas incandescentes y lanzar rayos láser por los ojos, os lo creéis igualmente, ¿no? El mismo razonamiento se aplica.
#90 Carmen del Riego es una periodista que no estaba allí y que ha reconocido que no sabe muy bien las declaraciones exactas. Solamente que según unos diputados de los que no da nombre el espíritu de las declaraciones es más o menos ese.
Periodismo serio.
#88 Diputados del Pp de los que no da nombres.
Todo muy fiable.
Yo no he dicho que confíe en Cospedal he dicho que no me fío de la periodista, es algo muy distinto que algunos fanboys no sois capaces de comprender.
Pero os entiendo, necesitáis vuestros 5 minutos de odio diarios.
#19 Ella no estaba en esa reunión, con lo cual cómo va a saber el espíritu de las declaraciones.
De verdad macho, que la masa acrítica de meneame es facilmente manipulable.
#45 Ahí dice: consulté con otros 11 diputados del PP que asistieron a la reunión y todos coinciden en que el espíritu de la frase era esa, que la textualidad era esa, incluido que esos -los que pagaban- eran votantes del PP, y también, como publico en la información, que cuando se refirió a los preferentistas dijo que esos sí pertenecían a votantes del PP. Sin embargo, la mayoría de los diputados consultados me han dicho que no recordaban la frase de "antes dejan de comer".
Y han retirado la frase. Pero bueno, como dice #19, "tienen toda la pinta" de ser verdad, así que con eso basta en Menéame.
No creo que lo que te pasó fuese por el hecho de hablar euskera en sí: el problema es que es realmente rarísimo por aquí. A diferencia del catalán (especialmente en el metro, en conversaciones por teléfono), yo nunca lo he escuchado, y llevo varios años viviendo en Madrid. Como consecuencia, probablemente la gente de ese bar pensó instintivamente algo así, según una "lógica corrupta" muy propia del ser humano, por desgracia:
"Ese chico habla euskera: nadie aprende euskera si no es vasco, ergo es vasco. Nunca me he encontrado con vascos hablando euskera, y los que conozco hablan español. Los independentistas tienen apego a hablar euskera, especialmente los extremistas, ergo es uno de ellos. Los extremistas vascos bordean la justificación cuando hablan de terrorismo." => duda, tensión => reafirmarse.
Eso no pasa tampoco con el gallego, además del catalán: yo soy de allí y, en todo caso, alguna vez he generado curiosidad a personas mayores, siendo ello motivo de conversación. A excepción, claro, de si se está utilizando como arma arrojadiza, según he visto hacer -muy pocas veces- a algún aficionado del Barça al bajarse en la estación de Santiago Bernabéu de la línea 10, que cojo a menudo. Nada que no pase también entre facciones pseudoviolentas de otros equipos de toda España, por razones ideológicas. Si al oyente le parece claro que no se está mezclando idependentismo con idioma, no hay crítica ni mala cara alguna entre la inmensa mayoría de madrileños, como bien explican también los comentarios #40 y #44.
cc #24 #32