Un cliente belga de 46 años sin antecedentes patológicos conocidos y que permanece en la UCI con pronóstico muy grave.
Su hermano y socio me contaba con impotencia cómo desde su Gobierno se les había hecho creer que este virus sólo resultaría preocupante en ancianos y pacientes inmunodeprimidos.
Hasta donde sé, un canal de televisión está exento de pagar este 5% al cine español/europeo si los largometrajes que emite tienen una antigüedad igual o superior a los 7 años. Hasta el momento La Sexta se ha acogido a esta medida.
Sinceramente, considero que poner entre la espada y la pared a la línea editorial de una televisión es de lo más retrógrado: o cedes el 5% de tus ingresos a nuestra maravillosa industria cinematográfica o emites películas "no-nuevas"(con lo que te será mucho más difícil competir con la audiencia que emite películas de estreno)
Presencié hace unos meses una llamada del responsable de comunicación de una distribuidora al titular del dominio Cinetube.es. La distribuidora pedía amablemente al titular de la web que retirase los enlaces a sus películas y series y expuso una argumentación que convenció al responsable de la web.
A nadie nos gusta pagar por la "cultura" o el entretenimiento, y más si comparamos su coste con nuestros sueldos, nivel de vida y demás; pero quiero aprovechar este post para recordar que no todas las empresas distribuidoras audiovisuales de este país son la filial de alguna major americana. Todavía quedan en pie algunas empresas independientes que desde hace años ven amenazada su existencia e intentan diversificar su actividad o ponerse al día con las nuevas exigencias del mercado. Importar una película a este país implica una serie de gestiones y pagos en concepto, entre otras cosas, de una licencia de explotación y un doblaje. Sencillamente me apena que un equipo de personas haya invertido recursos en preparar un lanzamiento en cine y/o video para que al día siguiente su trabajo esté colgado en internet sin su consentimiento. Y no pienso en los empresarios, sino en los profesionales currantes de este sector que exponencialmente se van quedando en paro. Pero, ¿qué le vamos a hacer? La cosa tampoco tiene mucha solución.
Podéis freírme a negativos si queréis, pero he intentado exponer un punto de vista que todavía nadie había expuesto respecto a esta noticia.
Estos eventos necesitan mucha más promoción. Nadie se acuerda que existen (ni por supuesto sabe cuándo se celebran) hasta que algún participante español resulta ganador o bate algún record.
Puede que la empresa que rotuló los carteles no recibiera a tiempo el logo del PP a una resolución decente. Más chapucero hubiera sido colgar una impresión en un papel A4 hecha con la impresora de casa. No es para tanto...
Como "última opción" no te digo que no, pero vamos, que bastante difícil es convivir ya de por sí como para tener que sufrir las diferencias generacionales de un papi o un abuelete...
Estoy contigo #2, personalmente me parece bastante más original (y sobre todo menos predecible) que Aída... pero la audiencia es soberana. ¡Una lástima!
Hace unos años estudiar la línea de valenciano en el instituto era la manera más práctica, rápida y legal para que entraras en un instituto público si por puntos te correspondía escolarizarte en uno concertado o privado.
Esto me recuerda a un experimento que se hizo hace años para evaluar el nivel de "honradez" de los Europeos. La ciudad elegida para representar a España fue precisamente Burgos, y los resultados fueron sorprendentes: 7 de cada 10 personas que encontraron las carteras repletas de billetes las entregaron a la policía.
Esto es un buen indicativo de lo débiles que somos. Mientras nos suplan algunas carencias (encontrar trabajo, pagar una boda...) nos da igual hipotecarnos de por vida. Y mientras a las inmobiliarias el truco les funcione tendremos "campañas creativas" para rato.
Una vuelta al Crónicas Marcianas pero con un ritmo bastante más pobre. Vi unos minutos ayer y si no fuera por Latre hubiera cambiado. Es un formato demasiado soso y sobra gente en el set (a Boris ni de le debajan hablar)
Y tampoco es que haya crecido tanto en audiencia, la verdad.
Estoy con #18. El problema es que una gran mayoría de adolescentes de 16 años no está preparada para tomar este tipo de decisiones ni mucho menos para valorar sus consecuencias.