Uno de estos me pasó por encima muy cerca estando de paseo por la playa.
La sensación de gigante inmisericorde que te deja es brutal.
Mucho se habla del avión, con razón.
Pero no lo suficiente de los pilotos.
Tiene que ser muy, pero que muy difícil pilotar un avión con todo el peso que suponen las pelotas de acero fundido que gastan.
La sensación de gigante inmisericorde que te deja es brutal.
Mucho se habla del avión, con razón.
Pero no lo suficiente de los pilotos.
Tiene que ser muy, pero que muy difícil pilotar un avión con todo el peso que suponen las pelotas de acero fundido que gastan.