Vaya, vaya... viendo los comentarios parecería que, ahora que ya hace un tiempo que Tarantino es mainstream, muchos meneantes hispters se han apuntado al rollo del "tú antes molabas".
Creo que se equivoca quien se carcajea de esta situación... Yo soy el primero que desearía que la pandilla de dinosaurios que manipula, falsea y hace propaganda barata cada día desapareciese de la programación. Pero lo cierto es que mucho me temo que este ERE afectará a maquetadores, cámaras, administrativos, etc... Gente que, posiblemente, la única culpa que tenga es pertenecer a una empresa mal gestionada y su único "vicio" sea el de dormir cada noche entre 4 paredes y comer todos los días. Seguro que trabajarían para Público, la SER o el chafardero indomable como cualquier otro profesional. Lo siento por ellos y les deseo suerte.
Si es verdad todo lo que cuenta la chica, deberían actuar contra Ryanair duramente:
- Sin un botiquín básico que tenga un anticonvulsivo, como obliga la norma
- Con un piloto que pregunta a la pasajera si es necesario hacer o no un aterrizaje de emergencia
- Sin un sobrecargo con conocimientos de primeros auxilios e incapaz de ayudar en la traducción entre la enfermera y los padres
Low cost no debe significar no mantener unos mínimos, que esta compañía se pasa por el forro.
Dicho esto, ole por la enfermera y por la casualidad.
#147 en primer lugar, agradecerte que te hayas parado a leer mis argumentos, que comprendo que no compartas en su mayoría. Pero a partir de esa postura, se construye un debate, no sé si constructivo, pero sí al menos educado.
Respecto a la comparación con las touradas portuguesas y las corridas de toros, vuelvo un poco a la similitud del blanco y negro. Bajo mi perspectiva, es más cruento el espectáculo de una corrida en Portugal que la que se pueda dar en un plaza en España, en México o en Colombia, similar, bajo mi perspectiva insisto, a los toros embolados o el toro de La Vega. No entiendo (y supongo que es lo que le ocurre a la gente que considera cruel una corrida de toros) el espectáculo que puede suponer someter a un toro entre varias personas herido por banderillas hasta hacerle perder la propia esencia del toro de lidia: la de animal bravo. Con el toro de la Vega, no considero que exista tampoco lucha épica desde el mismo momento en el que es acorralado sin escapatoria, no con ningún fín de medir su fiereza y su característica institiva, la bravura, si no con el único fin de disfrutar matandolo. En una corrida de toros, la existencia de las suertes de varas y banderillas prepara y destapa las virtudes del toro, amoldando su embestida y obligando al matador a emplearse a fondo en una contienda entre hombre y bestia. Hablando de recortadores, la preparación física no me atrevería a decir que es mayor, pero, independientemente de eso, creo que estamos hablando de algo diferente. Me divierte, pero no lo concibo como algo hermoso. Algo similar ocurre con los encierros: no me disgustan, pero nada más.
#156 creo que más o menos he respondido o, al menos, lo he intentado en mi anterior comentario. Igual que yo no comprendo tradiciones como el toro de La Vega, entiendo que quien sólo ve tortura en una corrida de toros pueda tener complicado entender por qué a una persona lo pueda percibir como arte. Y hasta puedo comprender que lo ataque con vehemencia. Pero con mi comentario sólo pretendo haceros ver que un aficionado taurino no es, por ese mero hecho, un maltratador, un facha, un asesino o un hijo de puta sin escrúpulos. En mi caso, diría más, me encantan los animales (tengo 5 jerbitos por casa la mar de majos) y, en concreto, disfruto viendo al toro de lidia en su dehesa y sacar su bravura en una plaza de toros.
#118 entonces, si haces eso realmente, tu postura me parece coherente. Sin embargo, dudo mucho que ese proceder sea mayoritario en antitaurinos que se autoproclaman animalistas. Se es capaz de visualizar el sufrimiento durante unos 10 minutos de un toro de lidia que, a la par que una vaca mansa, acaba cocinada de la misma manera, pero parece que no hay ningún problema en que existan animales destinados al consumo humano que son criados, alimentados, transportados y matados de manera no animal.
#110 Picasso, Goya, Dalí, García Lorca, Cossío, Azorín, Ortega y Gasset, Valle Inclán, Papiní, Machado, Baroja, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Unamuno, Bizet... oximorón... sí, sí...
#109 respecto a la muerta rápida e indolora, y por poner un claro ejemplo del doble rasero que se sigue desde posturas teóricamente animalistas, te recomiendo la lectura de la "Guía de etiquetado del huevo", basada en la legislación aprobada en las Cortes y regulada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, página 14, respecto a la forma de cría. Siguiendo tu razonamiento, entiendo que sólo comerás huevos de producción ecológica y estarás en contra de la cría de la gallina de puesta en jaula. O, quizás, sencillamente, lo desconoces o no tiene la suficiente importancia para tí, pero te permites el lujo de emitir opiniones totalmente gratuitas, sobre los toros o sobre, como dices tú, cientos de garrulos abotargados por el vino Don Simón.
en primer lugar me gustaría indicar que me gustan las corridas de toros. En segundo, que no voy a entrar en valoraciones ni debates sobre sí o no a los toros y, en ningún caso, voy a faltar al respeto a nadie de los que por aquí ha escrito opiniones contrarias a la mía, independientemente de el tono con el que han sido espetadas.
Basándome tan sólo en lo expuesto en el artículo de El País, tengo mis serias dudas de que el descenso en la asistencia a las plazas sea tan desproporcionado como se indica. Es cierto, no obstante, que sí se ha reducido el número de festejos, que era algo que veníamos demandando muchos aficionados desde hace tiempo. No tiene sentido ver fiestas populares de pequeñas localidades tengan 3 o 4 novilladas picadas o incluso 1 o 2 corridas con grandes figuras del escalafón taurino. Del mismo modo, la calidad de los astados en festejos como el pasado San Isidro deja mucho que desear para el aficionado a este mundillo y, si bien, para quien así lo aprecia, los toros son un auténtico arte y espectáculo cuando toro y torero acompañan, se convierten, cuando falla el animal, en un bostezo que se prologan por 2 horas. De esta manera, es muy complicado atraer a nuevos aficionados a las plazas.
Como vivimos en un mundo que parece estar definido en blanco o negro, me permito recordar que, en los toros, también existen grises. Yo, particularmente, tengo amigos a los que los toros "ni fú ni fá". Y han asistido a corridas que se han quedado en bacará y se han ido fríos, pensando que rara vez más volverían a pasar por ese suplicio. Y, del mismo modo, gente como yo, quien hasta no hace tanto los toros ni le iban ni le venían, han sabido encontrar familiares y amigos que les han inculcado la afición, que han sabido ver más allá de lo que algunos sólo son capaces de definir como crueldad, por convicción en algunos casos (los menos), por adoptar una posición socialmente bien vista (el antitaurino es "cool") o, sencillamente,… » ver todo el comentario
#25 en cierto modo creo que sí que deja entender que, bajo su perspectiva, las personas jurídicas existen para que el jeta de turno lo utilice para bordear la ley. En cualquier caso, existe legislación específica para personas jurídicas...
#34 cierto es que existen empresarios que se constituyen como asociaciones para poder hacer negocio. En cualquier caso, existe la certificación de Utilidad Pública del Ministerio del Interior, que exige que la asociación tenga un mínimo de dos años de constitución y que justifique su actividad. De este modo, una asociación constituida a modo de empresa nunca obtendrá dicha certificación, así como las ventajas que esta otorga.
Me parece un tanto irrelevante la entrada en sí, en el sentido de que argumentar que el principal objetivo de una persona jurídica es el de bordear la ley me parece, como mínimo, poco riguroso. El ejemplo de la casa de citas también parece bastante tendencioso. Por otra parte, menciona de refilón asociaciones y fundaciones. Da la casualidad de que desempeño mi actividad profesional en una asociación de pacientes (previamente fui y sigo ejerciendo ciertas actividades como voluntario y ahora tengo al suerte de que mi vocación sea mi profesión) y el trabajo que realizamos jamás podría ser llevado a cabo como individuales sin el abrigo de un grupo constituido de esta manera. Eso por no hablar de la facilidad de cara a compartir recursos con otras asociaciones al amparo de fundaciones, haciendo la gestión mucho más eficiente que realizando la misma labor por duplicado en grupúsculos mínimos.
En definitiva, aunque otras veces he estado de acuerdo con entradas de laboro, este me parece bastante malo.
"...Los emprendedores que tenemos empresas que están creciendo, como es mi caso en Fon..."
Jajajajaja, llevo oyendo la misma mierda a Vasarsky sobre Fon desde hace años. En definitiva, las medidas del gobierno malas, pero las que proponen empresarios de este porte no dejarían de llevarnos también a la ruina.
Entiendo, en parte, quien juzga como frivolidad e insensatez el hecho de ponerse delante de un toro ya que, en gran medida, un torero sabe lo que se juega en la plaza. Ahora bien, el que parece alegrarse y desea el peor de los males a un tipo que ha salido con media cara menos de la plaza es un sádico y un enfermo mental.
#8 da la casualidad de que una persona no elige tener un cáncer. Las campañas de prevención están bien para los tipos de cáncer con causa conocida pero, ¿los casos ya diagnosticados? ¿o los tipos de cáncer que sencillamente no se pueden prevenir?
Mientras los pacientes tengamos un amplio abanico de tratamientos a nuestra disposición, deberíamos tener acceso a ellos, más todavía cuando el problema se deriva de la ineptitud de las autoridades sanitarias.
#65 el argumento que expones es bastante flojo... Por esa regla de tres, ¿le importa a la ternera o al cerdo que le mates aunque sea para consumo humano?
Yo sí soy taurino y he hablado con otros aficionados en multitud de ocasiones sobre este tema: estoy convencido de que la fiesta jamás desaparecerá por la presión de los antitaurinos, si no que el verdadero mal de los toros está dentro del propio mundillo taurino, en los mismos empresarios.
Me explico. El auge de los toros se debió, en gran medida, a la gran cantidad de capeas, becerradas, tentaderos y novilladas que ha habido desde el inicio de esta fiesta en los pueblos. Con el paso del tiempo, y más aún en tiempos de crísis, los ayuntamientos han recortado, con un acierto que rara vez denotan, el gasto en festejos taurinos, desapareciendo las corridas en algunos pueblos, y soltando a las plazas de los municipios donde se ha mantenido la tradición de las corridas a deshechos de tientas y defectuosos, totalmente descastados, de escaso trapío y mansorros. Así es difícil crear afición, puesto que la fiesta se convierte en un bodrio y, como diría el del chiste, las faenas en putadas.
Dicho esto, creo que aquí existe un debate con argumentos de peso por ambos lados, por el taurino y por el antitaurino, y, dicho sea de paso, con argumentos muy pobres también por ambos bandos. Entiendo perfectamente muchos de los argumentos que esgrimen los antitaurinos: con una mentalidad abierta si es cierto que ciertos festejos de índole taurina sean cruentos en su ejecución, que existe un mundo casposo alrededor de la tauromaquia (pero que no debiera incluir a muchos aficioandos), que la afición se está perdiendo y que, probablemente, esta sea una actividad más propia de otros tiempos. Por eso creo que gran parte del movimiento antitaurino podría tener esa misma apertura tratando de entender que, lo que ellos perciben como una salvajada, en los taurinos como yo realmente despierta una sensibilidad difícil de explicar pero que es capaz de poner los pelos como escarpias. Por eso yo sí considero la tauromaquía en su vertiente más típica, la de las corridas de toros, un auténtico arte que despierta en mí los sentidos y que aprecio de una belleza y una estética como pocas disciplinas consiguen.
En definitiva, si al final llega el final, poco probable, de la fiesta de los toros, lo lamentaré, pero lo asumiré y lo entenderé como algo propio de estos tiempos que corren. Sólo me gustaría con este mensaje que a quien no le guste la fiesta tenga al menos un punto de vista respetuoso, como creo que es el mío, y logre entender lo que para un taurino significa esa ceremonia que son las corridas de toros.
Sin ánimo de posicionarme en el lobby de las grandes multinacionales farmacéuticas, creo que en este caso la culpa la tiene el estado griego, poco previsor. Y veremos qué ocurre en el caso de España.
Cuando un nuevo medicamento es patentado, la farmacéutica cuenta con 20 años para realizar su explotación en exclusiva. El precio de ese medicamento alcanza su punto máximo en el mismo momento que entra a formar parte del listado de medicamentos para llevar a cabo estándares de tratamiento en el sistema nacional de salud y su precio irá decreciendo durante los próximos 20 años consecutivos, hasta que llegue el punto que cualquier otra compañía puede fabricar el mismo medicamento y la farmaceútica original pierde la exclusividad.
La farmaceútica valora los gastos de desarrollo de ese fármaco (investigadores, laboratorios, etc), de producción y de comercialización. En función de la incidencia de la patología o patologías para los que esté indicado ese fármaco, pacta con el sistema nacional de salud un precio para ser el proveedor de ese medicamento durante X años, de tal modo que cubra los costes y, evidentemente, obtenga un beneficio. El sistema nacional de salud de cada país es libre de aceptar o no ese medicamento como estándar de tratamiento y de aceptar el precio o negociar a la baja.
Llegados a este punto, no estamos hablando de si la farmacéutica ha puesto un precio más o menos alto, si las patentes son buenas o malas para el desarrollo de nuevos fármacos... Estamos hablando de que un Estado ha aceptado y se ha comprometido a mantener una serie de medicamentos con una farmaceútica durante un cierto número de años y ahora rompe unilateralmente ese compromiso, producto de una mala gestión y, evidentemente, Roche avisa.
Como paciente, muchas veces me planteo qué culpa tenemos los enfermos y los profesionales de que la sanidad la manejen administradores cada vez más incompetentes.
Es curioso como con la gastronomía española en general, y la paella en particular, nos volvemos especialmente tocapelotas.
No hace mucho un amigo valenciano me explicó los ingredientes de la "auténtica paella valenciana" y, desde ese momento, me di cuenta de que posiblemente el 95% de las paellas que se hacen en este país no son "auténticas paellas valencianas". Pero, a fín de cuentas, todos nos hemos puesto hasta el ojete con las paellas de la madre/padre/abuela/cuñado de los domingos en casa.
Evidentemente lo que hacen estos tíos tiene más bien pinta de ser una guarrería bastante indigesta, al más puro estilo fast food de franquicia. Aún así, decir que en Inglaterra la comida es horrible, es generalizar bastante. Todas las veces que he viajado a Londres he comido bastante bien, eso sí, asesorado por gente que lleva viviendo allí muchos años. En definitiva, hay de todo, como en botica. Sólo hay que saber buscar.
Hace poco comentaba con una amiga que tiende a tener más pronto del que quizás sea necesario de que en, esta vida, todo es karma (no deja de ser irónico que ponga esto en meneame ). Bromas a parte, en muchas ocasiones, nos dejamos llevar por sentimientos viscerales negativos que condicionan, sin ir más lejos, ese instante de nuesta vida y, muy probablemente, el del entorno que nos rodea.
Este hombre da una lección extrema de humanidad. En todos y cada uno de nosotros está la posibilidad de poder elegir nuestra actitud, por encima incluso de nuestras circustancias. Y eso nos hará vivir mejor y hacer de nuestro entorno un mundo más amable.