Las feministas de antes vieron a los hombres subir montañas. Se acercaron al pie de la montaña y dijeron: "quítate de delante, ahora voy a subir yo". Pero los hombres contestaron: eres mujer y la ley lo prohíbe para "protegeros" porque no podéis. Entonces las feministas de antes no les creyeron y lucharon, y consiguieron cambiar las leyes. Volvieron al pie de la montaña y dijeron con la ley en la mano: "soy mujer y tengo derecho a subir a la montaña y ahora voy a subir yo, apártate". Y los hombres se tuvieron que apartar, y las mujeres subieron igual que los hombres.
Las feministas de hoy se acercan al pie de la montaña y dicen: "soy mujer y tengo derecho a subir a la montaña: súbeme".
#23 Conozco varias familias que cada vez que los ves te repiten la bendición que es tener un hijo con SD. Pasar toda su vida entre médicos revisando los problemas de corazón, la espina dorsal que está deformada, el retraso cognitivo que hace que sólo se relacione con sus padres absorbiéndolos y haciendo que todo gire obligatoriamente alrededor del chico con SD...
Se han gastado el dinero que no tienen en terapias, viajes a algún sitio donde prometían algo de esperanza... Sus hermanos condicionados por toda la situación, imposible estudiar, no hay pasta. Y siempre flotando el qué será del niño con SD cuando falten sus padres si no se muere antes que ellos. Una carga que sus hermanos no pidieron y que aceptarán porque no queda otra y es lo que se espera de ellos.
Ni a mí peor enemigo le deseo semejante bendición.
Las feministas de hoy se acercan al pie de la montaña y dicen: "soy mujer y tengo derecho a subir a la montaña: súbeme".