Pues yo he leído los cuatro evangelios varías veces en distintas épocas y no encuentro contradicciones esenciales, sólo diferencias de detalle. En mi modesta opinión, cuando en un juicio varios testigos dan versiones esquemáticas y absolutamente calcadas es que media un acuerdo previo y lo más probable es que algunos o todos mientan
Son un anacronismo, más rancio que un cinto de monedas de un real, propio de una España atrasada de burros (encantadores) y moscas. A mí, que soy viejo, me llevaba mi padre a los toros a ver a Bienvenida, Dominguín y demás figuras de la época, y me gustaba. Sin confundir tampoco a los lobos y osos pardos que abundan en mi tierra (León) con la madre de Bambi, hace muchos años que me producen repugnancia los espectáculos con animales a los que se hace sufrir para disfrutar de la “fiesta”, ni aunque sea desde la barrera fumando un habano para epatar a la concurrencia
Los coches son un negocio fiscal redondo: IVA, impuesto de matriculación, viñeta, impuestos en las revisiones y recambios, impuestos especiales de hidrocarburos, aparcamientos, zonas ORA, peajes..casi como el tabaco
Lo que dice armadilloamarillo más la jurisprudencia de TS, TC, TEDH.. la prisión provisional es la excepción, claro q ahora todo el mundo sabe de fútbol, de vacunas y de derecho, y lo que es peor, muchas veces sin conocer los pormenores del caso
Las que más infracciones “comenten”?! Aquí cada uno arrima el ascua a su molino (o el agua a su sardina). Lo que no resulta lógico es que una ordenanza municipal contradiga lo dispuesto en el art 36 del Reglamento General de Circulación
No hace falta remontarse a María Sklodowska, más conocida como Marie Curie: Severo Ochoa (alumno de Juan Negrín, igual os suena), Margarita Salas y muchos otros son claros exponentes de los por algunos denostados principios de mérito y capacidad
Y luego está el famoso no de muchos hasta que no: hasta que no he leído el artículo no había entendido el tema de la doble negación (otra cosa es hasta que no dejes nada en el plato no sales)
Parece necesario que el autor, esté o no au-dessus de la mêlée, explique mínimamente por qué la sentencia de apelación hace “una especie de juegos malabares”