#92 Sí, yo también pensaba así, hasta que me di cuenta que nos es más fácil considerar menos inteligentes a los animales que nos comemos. Así evitamos sentirnos culpables por comer seres inteligentes. (Recordemos cómo ha habido gente que no se siente cómoda al comer pulpo tras visionar el documental "Lo que el pulpo me enseñó")
Las muchas especies de loros desmontan la teoría de tu jefe: granívoros muy inteligentes; o los gorilas: herbívoros muy inteligentes; o los elefantes: inteligentísimos titanes que aparentemente no necesitan la densidad nutricional de la carne.
Y podría seguir. Porque la "teoría" de tu jefe no son más que estereotipos del tipo:
"animal de granja que me como" --> ser inferior a --> "mi perro/gato"