A la capacidad creativa de fabricar mundos imaginarios lo llamamos fantasía y no son más que mecanismos de defensa ante la frustración, miedo, la decepción o el aburrimiento.
Son estrategias psicológicas automatizadas e inconscientes que preservan al organismo de lo inaceptable y pueden suponer la única manera de continuar hacia adelante y sobrevivir.
Ahora bien, cuando la fantasía se convierte en una adicción ,soñar despiertos, es la forma de escapar de la vida real por la propia insatisfacción personal. Uno se olvida del dolor, la tensión, lo malo de las situaciones reales y se reemplazan estas sensaciones por otras agradables, seguras, íntimas y relajantes.
Es un entretenimiento para el cerebro que estará listo para entrar en acción ante un estímulo externo y durante este proceso, bien estructurado, se va perdiendo el contacto con la realidad e incluso se llega a hablar solo, preguntándose y respondiéndose a uno mismo.
La falta de atención es notable. La fantasía se ha desbordado puesto que la "droga psicológica” se ha instalado cómodamente en el cerebro….(hasta que el susodicho se espabile de nuevo).
R:
A la capacidad creativa de fabricar mundos imaginarios lo llamamos fantasía y no son más que mecanismos de defensa ante la frustración, miedo, la decepción o el aburrimiento.
Son estrategias psicológicas automatizadas e inconscientes que preservan al organismo de lo inaceptable y pueden suponer la única manera de continuar hacia adelante y sobrevivir.
Ahora bien, cuando la fantasía se convierte en una adicción ,soñar despiertos, es la forma de escapar de la vida real por la propia insatisfacción personal. Uno se olvida del dolor, la tensión, lo malo de las situaciones reales y se reemplazan estas sensaciones por otras agradables, seguras, íntimas y relajantes.
Es un entretenimiento para el cerebro que estará listo para entrar en acción ante un estímulo externo y durante este proceso, bien estructurado, se va perdiendo el contacto con la realidad e incluso se llega a hablar solo, preguntándose y respondiéndose a uno mismo.
La falta de atención es notable. La fantasía se ha desbordado puesto que la "droga psicológica” se ha instalado cómodamente en el cerebro….(hasta que el susodicho se espabile de nuevo).