Pero si el DRAE es el diccionario del español en el mundo, deberían modificar las entradas de acuerdo con el resto de academias asociadas a la RAE y teniendo en cuenta el ordenamiento jurídico de cada país.
#8 Para tu información, la inmensa mayoría de las actividades y cursos de cultura y lengua catalana que realiza el I. Cervantes las paga el Institut Ramon Llull. Busca "Instituto Cervantes" en cualquiera de estas ediciones del Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya. Y si buscas en el DOGC irás encontrando más y más ejemplos:
En realidad, lo que dice la noticia es falso: no proponen (promonemos, porque soy una de los 3 lingüistas) lo que el titular y la entradilla dicen (que se normativice el castellano desde Cataluña) sino que se enseñe con una orientación americana y que se participe en grupos de trabajo internacionales de regulación de la lengua (que falta hace en muchos campos, aún). Lo que realmente decimos está, en castellano, en este documento: es.scribd.com/doc/110537355/M-Alberte-J-C-Moreno-Cabrera-y-S-Senz-«El
Sobre el cientifismo, la ideología y la actualización de los diccionarios académicos, y sobre la calidad y fiabilidad de la norma recogida en el DRAE, el DPD, el Dicc. Esencial, el Dicc. Escolar, el Dicc. del Estudiante, la Gramática y la Ortografía académicas (obras con tendencia a la descripción pero en cualquier caso normativas) existe una vasta obra que da en muy buena medida la razón al artículo meneado:
Silvia Senz y Montserrat Alberte (eds.): El dardo en la Academia. Esencia y vigencia de las academias de la lengua española, 2 vols. (vol. I: 736 pp.; vol. II: 640 pp.), Barcelona: Melusina, 2011. ISBN: 978-84-96614-97-0; ISBN vol. 1: 978-84-96614-98-7; ISBN vol. 2: 978-84-96614-99-4. Especialmente los caps. 2, 3, 5, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14.
Más detalles: addenda-et-corrigenda.blogspot.com/2012/01/el-dardo-en-la-academia-mel
En cuanto a si el DRAE es normativo, por supuesto que lo es, como toda obra académica. En primer lugar porque la RAE tiene como encomienda estatutaria dictar la norma del español (art. 1: "establecer y difundir los criterios de propiedad y corrección"), y todos los códigos que elabora son, por defecto, normativos. Y en segundo lugar, porque, efectivamente, el DRAE no refleja el uso real de la lengua (menos aún el del español en América), sino que presenta un modelo restrictivo de lengua, donde (generalmente con retraso) se recoge la grafía normativa de las voces y las propuestas de castellanización de extranjerismos.
Durante sus mandatos, Fernando Lázaro Carreter quiso hace un DRAE de nueva planta, pero la nueva planta no ha llegado a concluirse y el diccionario sigue arrastrando los defectos y rémoras que el propio Lázaro denunció como director:
"[...] nuestro Diccionario [...] tiene rasgos heredados de la tradición establecida por la Academia misma. [...] es selectivo por naturaleza [pero] tampoco realiza un determinado modelo de selección, sino que es confeccionado según criterios de… » ver todo el comentario
Sobre el cientifismo, la ideología y la actualización de los diccionarios académicos, y sobre la calidad y fiabilidad de la norma recogida en el DRAE, el DPD, el Dicc. Esencial, el Dicc. Escolar, el Dicc. del Estudiante, la Gramática y la Ortografía académicas (obras con tendencia a la descripción pero en cualquier caso normativas) existe una vasta obra que da en muy buena medida la razón al artículo meneado:
S. Senz y M. Alberte (eds.): Silvia Senz y Montserrat Alberte (eds.): El dardo en la Academia. Esencia y vigencia de las academias de la lengua española, 2 vols. (vol. I: 736 pp.; vol. II: 640 pp.), Barcelona: Melusina, 2011. ISBN: 978-84-96614-97-0; ISBN vol. 1: 978-84-96614-98-7; ISBN vol. 2: 978-84-96614-99-4. Especialmente los caps. 2, 3, 5, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14.
Más detalles: addenda-et-corrigenda.blogspot.com/2012/01/el-dardo-en-la-academia-mel
En cuanto a si el DRAE es normativo, por supuesto que lo es, como toda obra académica. En primer lugar porque la RAE tiene como encomienda estatutaria dictar la norma del español (art. 1: "establecer y difundir los criterios de propiedad y corrección"), y todos los códigos que elabora son, por defecto, normativos. Y en segundo lugar, porque, efectivamente, el DRAE no refleja el uso real de la lengua (menos aún el del español en América), sino que presenta un modelo restrictivo de lengua, donde (generalmente con retraso) se recoge la grafía normativa de las voces y las propuestas de castellanización de extranjerismos.
Durante sus mandatos, Fernando Lázaro Carreter quiso hace un DRAE de nueva planta, pero la nueva planta no ha llegado a concluirse y el diccionario sigue arrastrando los defectos y rémoras que el propio Lázaro denunció como director:
"[...] nuestro Diccionario [...] tiene rasgos heredados de la tradición establecida por la Academia misma. [...] es selectivo por naturaleza [pero] tampoco realiza un determinado modelo de selección, sino que es… » ver todo el comentario
Está llena de errores, empezando por la alineación de La Roja. Por ejemplo, según las transcripciones macarrónicas que proponen, Ángel María Villar se pronuncia Ánjel María Viyár; Iker Casillas Fernández es Íker Kasíyas Fernández; etc. Como bien afirma la Wikipedia (es.wikipedia.org/wiki/Ll), en aragonés, asturiano, aymara, catalán, euskera, gallego y quechua (y no sólo entre las generaciones de más edad, como luego dice), el dígrafo "ll" representa un fonema lateral palatal (AFI /ʎ/). Actualmente, por causa del yeísmo, en la mayoría de geolectos del español, el dígrafo "ll" representa un fonema no lateral (palatal o postalveolar central, según el bloque dialectal): AFI /j/. Pero en Argentina y Uruguay tienen una pronunciación distinta de la "ll", por rehilamiento: o la pronuncian como una fricativa postalveolar sonora [ʒ] (comparable a la "j" francesa de jardin [ʒaʀdɛ̃] o el sonido de la palabra inglesa vision [ˈvɪʒən]), o la pronuncian como fricativa postalveolar sorda [ʃ], (como la "ch" francesa de chanson [ʃɑ̃sɔ̃], o bien la "sh" inglesa de shirt [ʃɜ:t]). Por tanto, en las representaciones que hace la Fundéu de los nombres propios castellanos que llevan "ll", tendrían que mostrar todas las pronunciaciones posibles y admisibles entre hispanohablantes (los monolingües y los bi o trilingües), que, a su modo macarrónico, serían: Ánjel María Viyár / Ánjel María Villár / Ánjel María Vishár. La Fundéu-BVA es una entidad española, pero tiene una red de filiales latinoamericanas que redirigen sus recomendaciones a los periodistas de la América hispana. Así que no puede omitir cómo se pronunciarían la "ll" en otros países hispanohablantes. Y si prefiere dar una sola pronunciación, tiene que justificarlo.
En cuanto a los nombres vascos y catalanes, están o muy mal transcritos o muy mal pronunciados en el audio, o ambas cosas. Francesc Fàbregas Soler (Cesc Fàbregas) es para ellos Fransés Fábregas Solér; y no: sería en todo caso Fransésc Fábregas Solér (se comen una c). Xavier Hernández Creus se pronuncia según ellos Shaviér Ernández Kréus, y no es así como se pronuncia en el catalán central del propio Xavi, sino así: Shavié Ernández Kréus (la erre final sólo la pronunciarían en modalidades orientales del catalán). De hecho, el audio está bien, pero la transcripción que hacen no. De Gerard Piqué dicen que el nombre transcrito sería Yerár Piké Bernabéu, y luego el audio es otro: Sherár (la sh sería sonora, transcrita en el AFI [ʒ]) Piqué Barnabéu. Lo mismo para Jordi Alba Ramos. En cuanto al vasco, Xabier Alonso, está transcrito como Shavier, cuando es Shaviér; y el audio lo pronuncia a la catalana. Si hay tantos errores en la alineación de la selección española, ¡cuántos debe de haber en las de otros países!
La RAE dispone de medios más que suficientes para desarrollar interfaces de búsqueda mucho maś eficientes, y no lo hace. Recibe financiación de dinero público por diversas vías, de dinero privado por medio de la Fundación pro RAE y además obtiene beneficios abundantes por la venta de sus obras, que son siempre best-sellers. Aquí, bastantes datos: addendaetcorrigenda.blogia.com/2011/092801-historia-de-las-finanzas-de
A Seco (como a otros) no lo citan en el "Diccionario panhispánico de dudas" de la RAE, aunque lo plagien a gusto, pero sí hacen escarnio de él y le restriegan por las narices que lo han plagiado. Ved lo que dice el director de la Academia Argentina en la propia web de la RAE:
<<Después del DRAE, destaca de manera definitiva la oferta del Diccionario panhispánico de dudas, obra la más completa en su especie, lograda, por cierto con el aporte de tantas obras precedentes, algunas nutricias de varias generaciones y a las que debemos nuestra gratitud: los manuales de don Manuel Seco (todos hemos «manuelsaqueado»), de don José Martínez de Sousa, de Manuel Rafael Aragó, y otros más. [...]>>.
<<En la introducción, este lexicógrafo critica a "una venerable institución" (en clara alusión a la Real Academia Española) por no citar la obra de Seco como fuente del "Diccionario panhispánico de dudas", aunque haya coincidencias entre ambas. "Me hubiera gustado que hubieran sido más discretos en la imitación", pero "se consideran con derecho a saquear a los demás", afirma.>>
Estaría bueno que ahora Argentina vendiera en España ebooks producidos allá, mucho más baratos que los españoles pero un poco más caros que en Argentina, e impidiera la venta a argentinos en su portal español...
#20 Ves poco. Como te he dicho, es una institución semipública, que financiamos parcialmente con nuestros impuestos, El DRAE, que es la obra a la que no se puede ni enlazar, está 100 % financiada con dinero público; aún no la patrocina ninguna empresa, aunque sí la publica Planeta. Ve: addendaetcorrigenda.blogia.com/2008/101302-rae-rica-trabajadores-pobre
#16 Es una institución semipública, que financiamos parcialmente con nuestros impuestos, El DRAE, que es la obra a la que no se puede ni enlazar, está 100 % financiada con dinero público; aún no la patrocina ninguna empresa, aunque sí la publica Planeta. Ve: addendaetcorrigenda.blogia.com/2008/101302-rae-rica-trabajadores-pobre
Con tan buenos amigos como tiene en los gobiernos centrales de Francia y España, al occitano (en cualquiera de sus variantes) le quedan dos telediarios. Viva la España plural...