#21 a mí me educaron en que siempre hay que devolver lo que encuentres. Y así lo he hecho. Móviles al menos 4, carteras, dos que recuerde, y alguna vez que se han equivocado a mí favor en algún centro comercial, se lo he dicho a la cajera. Ni que decir que nunca he robado ni entra en mis planes.
En cuba, la miseria está muy extendida. Allí me encontré gente honrada y estafadores profesionales.
Educación, esa es la clave. Y también, aunque levante ampollas, genética.
#19 claro, hombre, siempre a buenas. Decía, que si yo he podido mantenerme alejado de la delincuencia, habiendo crecido en situación cercana a la pobreza (nunca me faltó comida pero no comíamos entrecots todos los días) estoy seguro que otras personas podrían haber optado por lo mismo. Ahora, si te reconcilia pensar que la pobreza te empuja a delinquir, pues ahí me vas a tener siempre en contra.