Cerca de un colegio, sobre un banco, una mujer de más de 50 años encontró hace un par de meses una caja abandonada con varias bolsas de gominola sin abrir en su interior. Cogió varias, para sus nietos, pero antes de entregárselas decidió comió un par.
A mí el caso me parece bastante extraño, que pasara más de cien veces y no saltaran las alarmas, sobre todo porque ya tenía problemas ginecológicos y posteriormente en los análisis se encontraron varias ETS.