Como persona que si vive con depresión (diagnosticada, con diversos ingresos en centros psiquiátricos, medicación y terapia) me gustaría mucho decirte que por favor, deja de mezclar cosas como un sentimiento melancólico con una depresión clínica.
Cuando estoy en uno de mis "pozos" lo ultimo que me ayuda es que venga alguien a decirme que animo, que salga a la calle, que sonría o cualquier otra cosa sacada de un libro de autoayuda. Que el ejercicio y la comida sana e intentarlo fuerte fuerte me sacarán adelante.
Cuando el mero hecho de salir de casa provoca una crisis de lloros, ducharse es una tarea imposible, comer es de otro planeta y moverte del sofá a la cama es como subir el Everest sin oxígeno, créeme que lo ultimo que queremos (o podemos) escuchar es que esta en nuestras manos salir de ahí.
Como detallito, aunque si he tenido una vida bastante dura, a mi la crisis depresiva mas gorda no me dio en unos de los momentos "malos" si no cuando todo me iba bien: pareja, trabajo, casa... todo estupendo y maravilloso. Y gracias a consejos como los que das tu aquí, acabe sin acudir al médico a por ayuda hasta que fue demasiado tarde, porque la gente de mi alrededor me trataba como si estuviese deprimida por vicio o por tontería. Cuando me tire de un coche en marcha en medio de una discusión por fin me di cuenta de que yo no estaba triste y de que de allí no salia sola, así que fui al medico. Mientras esperaba a que me atendiese el servicio de psiquiatría, me receto tranquilizantes que me cene esa misma noche junto con un refresco. A eso me llevo a mi este tipo de comentarios y formas de "ayudar", a intentar acabar con mi vida y por ello, pasarme casi 2 meses encerrada en un psiquiátrico.
Estas cosas que decís, se que lo hacéis con buena intención, pero la mayor parte de las veces estáis hundiendo mas a la persona que padece la depresión, ya que si no puede salir sola del pozo, es que es menos valida, menos persona, menos todo, a eso es a lo que la lleváis, si necesita llorar, abrazadla, si quiere salir, le acompañas, si no quiere, llévale chocolate, pero jamas le digas que se anime o sonría ni que todo se pasara. Solo añadís mas presión a la que ya llevamos dentro.
A mis 39 años aun sufro las secuelas de todo el acoso que sufrí durante la EGB (para los más jóvenes, de los 6 a los 13 años, la primaria). En mi caso no fue violencia física, por suerte, pero la violencia psicológica a la que me sometieron durante todos esos años sigue marcándome a día de hoy.
Yo era la diferente por temas económicos, graves asuntos familiares de maltrato y alcoholismo y porque me gustaba mas leer que a las demás niñas de mi clase. El mio fue el último curso de solo niñas en el colegio de monjas al que asistí.
No fui capaz de darme cuenta de lo mal que estaba siendo tratada hasta que tuve 13 años, en el último curso, cuando todo se precipitó. Comenzó con un simple test psicológico que nos hicieron y del cual mis padres no pudieron recoger los resultados, con lo cual la psicóloga del colegio se vio forzada a tener que dármelos a mi. A pesar de tener un grupo de "amigas", en el apartado de como yo valoraba a mis compañeras y como yo era valorada por ellas el resultado fue que yo apreciaba a todas ellas en mayor o menor medida y que yo, sin embargo, no era valorada por ninguna de ellas. De 44 niñas que compartían clase conmigo, ni una sola me dio una valoración positiva en absoluto.
Poco tiempo después de eso, mis "amigas" eligieron a la mas valiente de ellas para decirme que no me iban a volver a hablar porque yo vestía diferente, mi ropa era heredada de otra compañera de colegio, cuya madre era amiga de la mía y sabía de las dificultades económicas de mi casa, con lo cual nos regalaba siempre la ropa que su hija ya no quería ponerse. Y todo el colegio lo sabía. Tras ese golpe, fui dándome cuenta de todas las veces que me habían apartado, que me habían utilizado, que se habían reído de mi, que me habían insultado... cosas que no podía ver porque eran mis únicas amigas, las únicas personas que me hablaban. Yo era su saco de boxeo y lo había sido durante años de forma voluntaria.
Cuando estoy en uno de mis "pozos" lo ultimo que me ayuda es que venga alguien a decirme que animo, que salga a la calle, que sonría o cualquier otra cosa sacada de un libro de autoayuda. Que el ejercicio y la comida sana e intentarlo fuerte fuerte me sacarán adelante.
Cuando el mero hecho de salir de casa provoca una crisis de lloros, ducharse es una tarea imposible, comer es de otro planeta y moverte del sofá a la cama es como subir el Everest sin oxígeno, créeme que lo ultimo que queremos (o podemos) escuchar es que esta en nuestras manos salir de ahí.
Como detallito, aunque si he tenido una vida bastante dura, a mi la crisis depresiva mas gorda no me dio en unos de los momentos "malos" si no cuando todo me iba bien: pareja, trabajo, casa... todo estupendo y maravilloso. Y gracias a consejos como los que das tu aquí, acabe sin acudir al médico a por ayuda hasta que fue demasiado tarde, porque la gente de mi alrededor me trataba como si estuviese deprimida por vicio o por tontería. Cuando me tire de un coche en marcha en medio de una discusión por fin me di cuenta de que yo no estaba triste y de que de allí no salia sola, así que fui al medico. Mientras esperaba a que me atendiese el servicio de psiquiatría, me receto tranquilizantes que me cene esa misma noche junto con un refresco. A eso me llevo a mi este tipo de comentarios y formas de "ayudar", a intentar acabar con mi vida y por ello, pasarme casi 2 meses encerrada en un psiquiátrico.
Estas cosas que decís, se que lo hacéis con buena intención, pero la mayor parte de las veces estáis hundiendo mas a la persona que padece la depresión, ya que si no puede salir sola del pozo, es que es menos valida, menos persona, menos todo, a eso es a lo que la lleváis, si necesita llorar, abrazadla, si quiere salir, le acompañas, si no quiere, llévale chocolate, pero jamas le digas que se anime o sonría ni que todo se pasara. Solo añadís mas presión a la que ya llevamos dentro.