#12 Con ese dinero puedo hacer un uso mucho más efectivo de los derechos teóricamente idénticos que tenemos, pero entiendo que te cueste seguir estas cosas de mayores.
¿Más talento? ¿Medrar a costa del dinero público y de la corrupción es un talento?
#10 Ah, disculpa. Es que al leer la pregunta tontísima que has hecho he creído que, por juventud, serías incapaz de entender este tipo de cosas de mayores, dado que como es evidente se pueden hacer recortes brutales y contraproducentes (como los de Rajoy) sin conseguir a corto plazo que la deuda pública se reduzca, pero sí que crezca más lentamente.
#3 Entender lo que se lee debe de ser de rojos, dado que parece que tienes problemas con la palabra "obsesión".
Reducir deuda pública de manera obsesiva, incluso reduciendo partidas que, se sabe, a la larga ahorran dinero, es pan para hoy y más deuda para mañana.
Estoy pensando, además de en el ejemplo del párrafo que has copiado, en los tijeretazos a la atención primaria, que provocan inexorablemente que la gente termine yendo a urgencias por enfermedades que se podían haber tratado mucho antes, generando un gasto mucho mayor en tratamientos que nos podríamos haber ahorrado si a la gente se le diagnosticaran correctamente un gran número de dolencias antes de que las cosas se hayan puesto mucho más feas.
Estoy pensando también en recortar prestaciones sociales que provocan un aumento de la pobreza y de la marginalidad que derivan a su vez en problemas sociales mucho más graves.
Yo fui a la ESO y me sacaron una navaja con 11 años en el patio del colegio dos chavales un par de años mayores que yo para que les diera el dinero del almuerzo. Qué dinero ni qué pollas, si yo llevaba un bocadillo de casa como todo el mundo. Los tarados se creían estar en los EEUU.
#3 Nadie está justificando la importación de delincuencia, signifique esa payasada lo que signifique. Esto es una denuncia de la paranoia actual, potenciada por xenófobos que quieren agrandar un problema para sacar rédito político.
#36 Hasta ahora jamás he visto a nadie emplear esos términos en un comentario mínimamente estructurado que aborde el problema de la integración de inmigrantes del norte de África sin limitarse a poner su granito de arena en la construcción de una imagen grotesca, deshumanizadora y alarmista.