La tuneladora, que exigía unas condiciones de mantenimiento específicas, fue instalada en una carpa con aire acondicionado activado las 24 horas, en unos terrenos alquilados y con vigilancia, que suponen un gasto de 1,4 millones de euros cada año. Más de catorce millones de euros destinados a este fin para una maquinaria que no se usó, ni se usará.
Ahora no se llaman nazis, se hacen llamar liberales, constitucionalistas que defienden a España, libertaz y la propiedad contra las hordas violentas anti españolas.
Peor todavía, lo que esperan es que las familias que hace 60 años fueron expropiadas para construir un hospital, puedan recuperar los terrenos pagando lo mismo que les dieron por ellos (sin intereses ni nada) y acto seguido dar un pelotazo de proporciones bíblicas.
Si alguien rasca qué familias son y cómo han ido negociando con los derechos sobre ese terreno lo tendrá claro todo.
Si el solar siguiese siendo de uso hospitalario se les iba todo el plan al garete.
Todo esto orquestado por Lasquetty desde la Consejería de Hacienda, el mismo que quiso privatización para sus amiguetes cuando estaba con Ignacio González en Sanidad.
Me quedo muerta.