#1 Tal como se concebió en tiempos (no como es ahora), la idea era un combate igualitario entre el hombre y el toro. A los lanceros se les obligaba a ir a cuerpo limpio, no podían utilizar ningún engaño ni parapeto y estaban prohibidas las lanzadas que no buscasen una muerte sin sufrimiento del toro. Además, si el toro rebasaba los límites del terreno, ganaba automáticamente su libertad.
En mi opinión, comparar esto con la salvajada que sucede hoy es de chiste. Principalmente por la masificación de participantes, que no deja ninguna opción al toro en este combate supuestamente igualitario.
#9 por desgracia parece que a sus ojos no hay tal diferencia. Terrorista de nacimiento,es fuerte pero asi parece.
Y con nuestro apoyo occidental y "civilizado", claro!!!