Todo bien excepto el final.
Un respeto a Chikilicuatre, y con mayúsculas.
Tuvo la virtud de ir a Eurovisión y cagarse en la boca de todos los soplafarolas que lo adoran, con dos cojones, y encima no quedo mal.
Un respeto, si señor, por el desquite que nos dio a muchos, muchísimos, y las risas que nos pegamos. Se tiene que ser muy grande
para hacer eso con una guitarra con 3 notas. Un Respeto.