Si caminar es peligroso entonces que prohíban caminar, como es uso y costumbre solucionar las cosas en el siglo XXI. Por ejemplo, un muelle que va un tipo y se cae dentro con el coche, pues la solución prohibir la circulación de los coches en los muelles, etc.
#15 de la wikipedia:" El aspartamo ha sido declarado seguro para consumo humano por las agencias de más de noventa países y la FDA lo describe como uno de los aditivos más estudiados de la historia y afirma que su seguridad está más que confirmada."
Lydia es la forma latina del nombre de origen griego Lidia. Lydius/Lydia era el gentilicio de las personas procedentes de Lidia, una región histórica del Asia Menor. Lo digo por ir empezando el debate.
#19 cualquier persona con dos dedos de frente lo entiende:
1º Monjas secuestran masivamente a bebés hijos de padres republicanos y el régimen franquista facilita su venta a familias afectas al régimen.
2º Llega la Transición y los criminales de la Dictadura aprueban una Ley de Amnistía que garantiza que todos sus crímenes queden impunes.
3º Uno de los bebés robados, esta mujer, se da cuenta de su situación y decide hacerlo público, sabiendo que hay una Ley que en principio impedirá hacer justicia.
4º Esta víctima hace denuncia pública y en los juzgados, presionando para lograr un reconocimiento político y social, que lleve a derogar la Ley de Amnistía.
5º Los criminales no cambian la Ley, sino que denuncian a esta víctima amparándose en su impunidad, logrando que sea ella la condenada.
Bien, este esquema hasta puede entenderlo un niño de 5 años, ahora prueba tú a ver si lo entiendes.
Un camarero siempre fue la clase obrera ya que no es dueño del medio de producción pero ahora no, ahora es precariado porque tiene dos carreras y desempeña un trabajo que no se corresponde con su formación. Los datos no dejan lugar a dudas, el 24,9 % de los jóvenes españoles de entre 18 y 24 años no cursaban ningún tipo de ciclo educativo ni de formación en 2012. Sobra mencionar el estrato social al que pertenecen estos excluidos: son los que no ven La Tuerka ni emigran a Londres. Y un pequeño aviso para navengantes: será imposible una transformación social sin contar con ellos, por muy horteras que nos resulten sus Nike con muelles o sus zapatos de plataforma y sus colas de caballo.