#0¿Podremos votar si queremos beber alcohol en la calle? Creo que la ley es injusta. 600 euros de multa la primera cerveza, 1200 la segunda y 1800 la tercera y siguientes...
Si examinamos de cerca sus tácticas de intimidación y terror, los muyahidín, al-Qaida o ISIS no son originales en absoluto. Se basan en las prácticas imperialistas y colonialistas de Occidente. Las noticias al respecto, o incluso sobre el terror que ha infligido al planeta Occidente, son meticulosamente censuradas. Nunca podrá usted verlas en los programas transmitidos por la BBC o leer sobre ellas en los periódicos y revistas de los medios dominantes.
En cambio, la violencia y crueldad de las organizaciones terroristas clientelares se destacan constantemente. Nos las sirven en su más mínimo detalle, repetidas varias veces y “analizadas”.
Todo el mundo está furioso, horrorizado. La ONU está “profundamente preocupada”, los gobiernos occidentales están “indignados”, y el público occidental “dice basta y no quiere inmigrantes de esos terribles países cuna del terrorismo y la violencia.”
Occidente “simplemente tiene que hacer algo.” Y aquí entra en escena la Guerra contra el Terror.
Se trata de una guerra contra el propio Frankenstein de Occidente. Es una guerra que nunca se espera ganar, porque si se gana, Dios no lo quiera, tendría que haber paz y la paz significa reducir los presupuestos de defensa y también hacer frente a los problemas reales de nuestro Planeta.
La paz significaría que Occidente mira a su propio pasado. Significaría pensar en la justicia y la reordenación de la totalidad de las estructuras de poder del planeta. Y eso no se puede permitir.
De manera que Occidente está “jugando” a juegos de guerra; está “combatiendo” a sus propios reclutas (o simulando hacerlo), mientras personas inocentes siguen muriendo.
Ninguna parte del mundo, a excepción de Occidente, sería capaz de inventar y dar rienda suelta a algo tan vil y brutal como ISIS o al-Nusra.
Si miramos más de cerca la estrategia de estos grupos-implantes veremos que no tienen raíces en ninguna cultura musulmana pero en cambio están totalmente inspirados en la filosofía… » ver todo el comentario
El terrorismo se presenta bajo muchas formas y muchas caras, pero la más terrible de todas es su fría crueldad.
Se nos pide que creamos que los terroristas son unos sucios lunáticos que corren por ahí con bombas, ametralladoras y cinturones explosivos. Es así como nos dicen que los imaginemos.
Muchos de ellos llevan barba, casi todos tienen “aspecto extranjero”, no son blancos, no son occidentales. En resumen son tipos que pegan a sus esposas, violan niños y destruyen estatuas griegas y romanas.
En realidad, durante la Guerra Fría, hubo algunos “terroristas” de aspecto occidental: los izquierdistas pertenecientes a células revolucionarias, en Italia y en otros lugares de Europa. Pero sólo ahora nos enteramos de que los actos terroristas que se les atribuyeron fueron cometidos realmente por el Imperio, por algunos gobiernos derechistas europeos y sus servicios de inteligencia. ¿Recuerdan, los países de la OTAN hacían saltar por los aires trenes dentro de túneles o bombardeaban estaciones de tren enteras…?
“Había que hacerlo”, con el fin de desacreditar a la izquierda y asegurarse de que la gente no llegara a ser tan irresponsable como para votar por los comunistas o los verdaderos socialistas.
También había algunos grupos “terroristas” en América Latina, movimientos revolucionarios que luchaban por la libertad y contra la opresión, principalmente contra el colonialismo occidental. Era preciso contenerlos, liquidarlos y, si estaban en el poder, derrocarlos.
Pero los terroristas solamente se hicieron realmente populares en Occidente después de que la Unión Soviética y el bloque comunista fueran destruidos a través de miles de acciones económicas, militares y propagandísticas, y después de que Occidente de repente se sintiera demasiado expuesto, solo sin nadie contra quien luchar. De alguna manera Occidente sentía que necesitaba justificar sus monstruosas acciones opresoras en África, Próximo Oriente, América Latina y Asia.