He tenido la enorme suerte de bañarme en esas playas citadas en el artículo.
La enorme suerte de caminar 2 kilómetros con la sombrilla, la nevera y las toallas a cuestas bajo el sol de julio porque es una zona natural y los coches no pueden llegar hasta la playa.
La enorme suerte de pararme sin resuello ante un zorro que salía espantado al vernos a nosotros, intrusos, cruzar al atardecer durante el camino de vuelta por su territorio.
La enorme suerte de bañarme desnuda en sus aguas limpias sin echar de menos el paseo marítimo y el chiringuito con música malsonante.
La enorme suerte de sentirme muy culpable por alborotar aquello y desvivirme para no dejar ningún residuo de mi presencia ni afectar a la naturaleza en lo más mínimo.
La enorme suerte de que mi familia comentara: "es que esa playa es muy incómoda, mejor vayamos a otra más a mano" y echarla de menos desde entonces.
Hasta ahora he tenido suerte, porque seguía siendo una de las pocas playas limpias que había en España, aunque mi perezosa familia no siempre quisiera tomarse el trabajo de visitarla.
Si ahora ponen una carretera, puede que yo vaya más veces, pero habré dejado de tener suerte. Y esa playa dejará de ser mi playa.
La enorme suerte de caminar 2 kilómetros con la sombrilla, la nevera y las toallas a cuestas bajo el sol de julio porque es una zona natural y los coches no pueden llegar hasta la playa.
La enorme suerte de pararme sin resuello ante un zorro que salía espantado al vernos a nosotros, intrusos, cruzar al atardecer durante el camino de vuelta por su territorio.
La enorme suerte de bañarme desnuda en sus aguas limpias sin echar de menos el paseo marítimo y el chiringuito con música malsonante.
La enorme suerte de sentirme muy culpable por alborotar aquello y desvivirme para no dejar ningún residuo de mi presencia ni afectar a la naturaleza en lo más mínimo.
La enorme suerte de que mi familia comentara: "es que esa playa es muy incómoda, mejor vayamos a otra más a mano" y echarla de menos desde entonces.
Hasta ahora he tenido suerte, porque seguía siendo una de las pocas playas limpias que había en España, aunque mi perezosa familia no siempre quisiera tomarse el trabajo de visitarla.
Si ahora ponen una carretera, puede que yo vaya más veces, pero habré dejado de tener suerte. Y esa playa dejará de ser mi playa.