#3 "Dejemos que las mujeres y hombres (no te olvides que también los hay) puedan vender su cuerpo si lo desean de forma libre".
Si no digo que no se deje (ya he afirmado que prohibir es siempre una imposición; y, como tal, contraria a la libertad, que siempre un NO a algo que se impone).
Pero si que entre "desear algo" y "ser libre de desearlo" no hay necesaria correspondencia. Repito el ejemplo -algo chusco, lo sé-, del velo islámico: Uno no creería nunca que el velo islámico nace de una decisión “libre”, pero las mujeres que lo llevan sí dicen llevarlo porque quieren hacerlo.
Mas no por ello vamos a defenderlo.
Por lo mismo, jamás defenderé la prostitución, ni la ensalzaré, ni me parecerá necesaria. Porque es someter el propio cuerpo al deseo ajeno. Convertirse en objeto a cambio de dinero.
Dios me libre de prohibir nada (la libertad es "decir no" a una imposición; no crear nuevas imposiciones), pero ante estas palabras quiero intervenir:
"La prostitución ha existido siempre y siempre acompañada de polémica consecuencia de la moralina. Mi planteamiento sobre la prostitución es el siguiente: si la persona que la ejerce (él o ella) lo hace por elección personal y LIBRE, debería respetarse como cualquier otra profesión."
La prostitución ha venido siendo siempre una modalidad de sometimiento de la mujer, que entregaba su cuerpo (que era suyo, que la constituía) por dinero para satisfacer al hombre (que poco le importaba qué pensase o sintiese esa mujer).
Sí, existe de toda la vida. Sí, hay gente que la ejerce voluntariamente.
Pero asociar "voluntario" con "bueno", o "legítimo" es una asociación falsa. Y más aún creer que entre "elección personal" y "elección libre" se da alguna correspondencia (hacen falta horas y años de meditaciones para saber si alguien, además de elegir, está siendo libre).
Y el hecho de que exista toda la vida no la convierte tampoco en algo "bueno".
¿Prohibir la prostitución? Evidentemente, no.
¿Defenderla como la cosa más sana, más ensalzable, y más hermosa del mundo? Tampoco.
Es el sometimiento carnal de "lo que uno es" al mercado y al dinero.
Y si ya me cuesta vender mi tiempo y mi alma a mi trabajo (que es intelectual, no físico), no quiero ni imaginar qué será eso de vender el propio cuerpo.
Aclaro: fíjese quien lo lea que no he arremetido contra las prostitutas en ningún momento.
Antaño, la Iglesia andaba preocupadísima con cuestiones tales como si Dios era Uno, era Tres; sobre si era Sustancia Infinita o sólo Espíritu; sobre la existencia o no del purgatorio, etc...
O sea: hacía teología, que es lo suyo.
Pero desde su decadencia, y gracias al paso de los tiempos, ahora ha terminado haciendo política; y de una manera, que más que una religión parece un partido político más.
A ver si se acerca el día en que los inversores en bolsa y los banqueros, en vez de divagar sobre el Ibex, los Tipos de Interés y demás, empiezan también a "hacer política". Significará que están muy cerca de morder el polvo.
#2 Hombre, pero ser rubio o moreno es algo intrínseco a ti; y si caminas por Nepal y alguien te ve desde lejos, dirá: "¡Repámpanos, un rubio!" (pero en nepalí, claro).
Pero ya será más difícil que te vean desde lejos y digan: "Hostiás, un español", a la vez que recuerdan al instante toda la historia de España, sus tradiciones, sus leyes, y, en fin, todo lo asociado al concepto de España como patria.
Así, en efecto, puede decirse que la Identidad Nacional es una Idea creada a trompicones con la cultura (por lo tanto, falseable); ser rubio o moreno no es una "idea", sino una percepción.
Pero vamos, que salvo por la mala metáfora, llevas más razón que un santo.
La de veces que me habrán soltado esta frase mientras el pobre niño se "educaba" en una espiral de dolor y de miedo.
Me juego lo que sea a que esta homicida japonesa hubiera dicho lo mismo: y a que la diferencia es de grado, no de mala o buena educación.
Pero así nos va en una sociedad en la que los hijos no "llegan" (o sea, que son un regalo, algo gratis), sino que "se tienen" (como quien tiene un coche o una casa: en propiedad).
Vamos, una variante más del "la maté porque era mía": "Lo eduqué porque era mío"
Mientras sigan haciéndonos un escáner anal en el aeropuerto, nos prohíban llevar líquidos, tengamos que hacer diez horas de cola y ser sospechosos todos porque sí, para nuestro bien y nuestra seguridad, que cambien estas cosas y permitan usar móvil no está mal...
El Estado (o los políticos) no pueden ni saben (ni quieren, claro) ir contra la corrupción.
Porque,
1- O la corrupción es inherente al Estado y a los políticos.
(y entonces, ¿quién va a meterse en el berenjenal de cambiar las cosas de arriba a abajo? ¿Qué clase de Estado o qué políticos basan sus principios en alterar sus propias bases? Si han llegado arriba y prosperan gracias a una organización determinada, ¿para qué cambiarla?)
2- O la corrupción es cosa de cuatro (o diez mil, da igual) corruptos.
(y entonces lo que se hace, desde los partidos, es justificar o sancionar a los corruptos; con la esperanza de no haber perdido muchos votos en el trance. O, si se trata de corruptos de otro partido, criticando al otro partido como fuente de corruptos, o viceversa).
La prensa, por lo demás, suele criticar "al corrupto" para hacer política de partidos: "el PP es un pozo de corrupción", "El PSOE siempre tiene corrupción".
En fin, que tristemente, ni el Estado ni los políticos puede reconocerse, en sí mismos, origen de la corrupción. Los corruptos siempre serán, en cuanto se reconozcan como tales, enemigos de la política y del Estado, y nunca parte de ellos. Y excepciones a la norma, por supuesto (recordemos la famosa frase de cualquier líder: "En nuestro partido no se toleran estas corrupciones").
Y así, nunca el Estado o los políticos van a tener ninguna culpa.
Y cualquiera con sentido común puede ver y entender la mentira que subyace bajo esta lógica...
¿Le llamas a tu vida "basura psudocientífica"? ¿De verdad crees que tu yo -todo lo que eres, lo que sientes, lo que piensas, lo que recuerdas- es nada en comparación con las estadísticas, que reflejan datos y números?
Si tu muerte te parece una estadística más, apañados estamos.
Eso de que la sociedad es un "súper-ser" sí suena a religión; es como "somos todos hijos de Dios".
Pues no. Hay cosas de nosotros que no son sociales, y que las puede definir ni Dios.
Y en el momento en que tú mismo mueras, se acabó la sociedad, la realidad, y toda la existencia.
Si el cese de tu vida te parece una pseudofilosofía...
En fin, no quiero tampoco discutir. No gana nadie con ello.
#14 Desde luego, Seagal, tu muerte no será para ti real (como puede serlo este mundo). No podrás hablar de ella y decir en verdadero pasado "me he muerto". Salvo que creas en Dios, y en otra vida, y demás, tu muerte será para ti "el fin del mundo", del universo, de todo. No veo por ningún lado la "filosofía".
Tu muerte será también -para ti- el fin de toda estadística. Y, si mueres a los 30 años, nada importará la "esperanza de vida". Así que tu propia muerte queda fuera (para ti, claro) de las estadísticas. Me parece bastante obvio. Tu muerte no es igual que la de los demás: tu muerte es la definitiva.
No es un juego de palabras, ni una paja mental: es totalmente cierto.
La "esperanza de vida" proviene, por definición, de aquellos que ya han muerto; y que han marcado, con su muerte, el fin de sus propios días.
La "esperanza de vida" de los demás, o de uno mismo, no puede reducirse a estadísticas. Porque la muerte de cada uno, individualmente, supone -por ser una- la negación de lo grupal.
Explicado: si yo muero a los 20 años, de poco me valdrán las estadísticas.
Conclusión: hablar de un ser humano (tenga o no "síndrome de Down") en función de su "esperanza de vida", o de "vivir una vida plena o no", es convertirlo en una lavadora, con sus años de uso medio y demás. ¡Que cada uno tenga lo que tenga que vivir! ¿O es que acaso se tienen hijos en función de la vida media de un país (ya sé que en tiempos de guerra nacen menos niños, pero ahí lo que acojona es la guerra, no las estadísticas)?
#4 Así descritos, parece que hablas del modelo de un coche:
Modelo A: se integran en la sociedad, no tienen gran coeficiente pero curran mucho, son generosos, y se les puede dar amor.
Modelo B: son como el paleto de los lacasitos, tunean coches, etc...
Y decides quedarte con el A.
En realidad, decidir ya implica comparar. Una manera sutil de desprecio hacia estos niños que llamas "con síndrome de Down" es convertirlos en algo tan característico como una raza de perro o de pony. Lo cierto es que no son así de clasificables; al igual que ni tú ni yo lo somos.
P.D: No te he votado negativo (yo nunca voto negativo; si algo no me gusta, no voto). Pero tampoco es que no me gustase tu comentario. Era sólo una manera de hacerte ver otra perspectiva.
#5 Otros, aún más sabios en su ignorancia, ni lo consideran bendición ni problema.
Se dejan de juicios definitivos, o de clasificaciones, y viven la vida con sus hijos, dejando que cada día llegue con sus propias tristezas y sus propias alegrías.
#12: Sí, es un ser humano (¿desde cuándo se ha dicho lo contrario?).
Y sí, pitó horrorosamente (¿acaso lo mejor que pudo y supo?).
Pero, en fin, si nadie está contento con su arbitraje, y dado que no se le ha intentado ajusticiar con el garrote vil, ¿no podemos, entonces, criticarlo en la prensa por haber errado, en espera de que así la FIFA se ponga un poco las pilas con esto?
Tú mismo indicas que una final del Mundial no está exenta de polémica nunca: mas él asumió ese riesgo, esa responsabilidad, en el momento justo de aceptar que la pitaría.
Dejémonos de monsergas sobre la humanidad del árbitro (nadie la ha puesto en duda): pitó mal, muy mal; y de ahí provienen las críticas.
#1
Te lo explico yo en cuatro líneas: los tipos que juguetean con la banca y con la bolsa hicieron tales pirulas para ganarse más pasta, que llegado un momento ya no se lo creían ni ellos lo que estaban haciendo. Entonces cundió el pánico, empezaron a vender y a pedir ayudas... y después todos los periódicos hicieron de voceros de tamaña subnormalidad. Luego los políticos, las empresas tomaron "medidas"... y aquí estamos ahora jodidos todos.
Es curioso que los políticos sólo consideren a alguien cuando este alguien no es ya peligroso.
Me hubiera gustado ver cómo le daban una calle a este hombre durante los momentos más jevis de "la movida". Vértigos en el estómago les hubieran dado a los políticos sólo con pensarlo.
Pero en cuanto le asimila el sistema, se apresuran a usarlo a su favor.
Así que por un lado me gusta -Enrique se lo merece-; pero, por otro, revela el miedo que los políticos tienen siempre (¿a qué no le darán mañana una calle a Rosendo, que todavía les puede dar guerra y es, por lo tanto, aún peligroso?).
Lleva Anguita más razón que un santo, pero también es "positivo", también busca alternativas y nuevos ideales. Me explicaré mejor.
El Comunismo y el Capitalismo, por muy opuestos que sean entre sí, necesitan de un Modelo Ideal, de una Idea Absoluta: aplicada, por supuesto, al Futuro.
El Capitalismo, con su eterna promesa de renovación, de mejora, de que es la opción más "natural", de que las cosas son así y que sólo hay que hacerle algunos arreglillos. O sea: hacia el Futuro, que añgún día llegaremos y esto será perfecto.
El Comunismo, con la promesa contraria de un Futuro mejor, de que es lo más "natural" para que el hombre viva en paz; de que las cosas deben cambiar para ser de otro modo. Se hacen un par de revoluciones, se tira para adelante, y en un Futuro estaremos todos en el Paraíso.
Pero, ay, todas las ideas o proposiciones Ideales, al encontrarse con la Realidad (que es infinita), fracasan. Y necesitan de la Fe de quienes creen en ellas (sí, una fe idéntica a la de quienes creen en Dios, que también es un absoluto) para seguir adelante. Y para matar o morir por ellas, claro, si alguien las amenaza lo bastante.
En el comunismo, sus profetas se llaman "comunistas" (poca imaginación). En el Capitalismo, "banqueros", "inversores en bolsa", "altos ejecutivos", "ministro de hacienda", etc...
Mientras tanto, la gente nace, muere, se somete; y hasta toma partido por alguna de las causas.
Todo lo que sea perder Fe en las aternativas (llámese como se llamen, mientras sea Absolutas), es bueno.
Por la misma razón, no hay que creer en los "apaños al sistema", en los "vamos a mejorar esto del capitalismo/comunismo": sólo extenderán la creencia en que, por fin, es el sistema Ideal...
El Poder (los políticos y la Banca) vive y existen gracias a "prometer para mañana". Cada vez que abren la boca es para anunciar cómo mejorar, cómo ir a mejor, cómo avanzar.
Pero cuando esa mejora llega, o cuando llega el mañana, tienen que meter otro mañana (para justificar su poder, y para seguir prometiendo).
Y así podemos tirarnos 4000 años más. Claro que un mañana "eterno" no es un mañana. Es lo todo lo contrario: es un mañana que no existe.
El mundo no tiene ni "arreglo", ni "problemas", ni "soluciones". Le basta con estar ahí.
Pero a la Banca y a los políticos sí les vienen bien esos términos. Porque, si hay un problema, "ellos los solucionan". Y, si no lo hay, ellos se inventarán uno "para ir a mejor".
Y mientras tanto pasa esta cosa que llamamos "nuestras vidas"...
Si no digo que no se deje (ya he afirmado que prohibir es siempre una imposición; y, como tal, contraria a la libertad, que siempre un NO a algo que se impone).
Pero si que entre "desear algo" y "ser libre de desearlo" no hay necesaria correspondencia. Repito el ejemplo -algo chusco, lo sé-, del velo islámico: Uno no creería nunca que el velo islámico nace de una decisión “libre”, pero las mujeres que lo llevan sí dicen llevarlo porque quieren hacerlo.
Mas no por ello vamos a defenderlo.
Por lo mismo, jamás defenderé la prostitución, ni la ensalzaré, ni me parecerá necesaria. Porque es someter el propio cuerpo al deseo ajeno. Convertirse en objeto a cambio de dinero.
¿Que se hace? Sí, a diario. Millones de personas.
Pero que eso no nos incite a defenderlo.