#351 ¿Dónde he hablado de favorecerlos? Los celos son una manifestación de la rabia que nos produce el saber que nuestra pareja está chingando con otro individuo; son una respuesta natural del organismo (fíjese en lo «bien» que se lo toman los animales cuando otro bicho se intenta beneficiar a su pareja). Precisamente, para no favorecer los celos y sus frecuentemente desagradables consecuencias se aconseja sensatamente evitar la promiscuidad. Fíjese como acababan normalmente las comunas hippies: como el rosario de la aurora.
Los neopuritanos posmodernos de las «relaciones abiertas» recomiendan, con poco juicio, otra «solución»: la represión interior y de la conciencia. Típica solución puritana. Igual que antes la puritana ejercía una violencia psicológica contra sí misma y se esforzaba por reprimir su sexo, hoy el puritano posmoderno de las «relaciones abiertas» se somete a la violencia de saber que su pareja copula con otro e intenta reprimir sus sentimientos al respecto. Igual que antes, la violencia psicológica, la autorrepresión, distorsiona la personalidad y genera infelicidad y problemas.
Los puritanos, de uno u otro signo, suelen ser aficionados a la represión psicológica. Por eso suelen mantener una fachada de calma y «civilidad» por debajo de la contención forzada interior.
#11 Entonces no le llames «permeable», que suena positivo: llámalo individualismo, egocentrismo, egoísmo… o incluso carencia de capacidad de afectividad, como se debe llamar por la descripción que haces, que por lo demás ha dado en el clavo.
El lenguaje tiene la propiedad de designar positivamente, por medio de la connotación, lo que en su reverso puede ser visto como negativo, y viceversa. Uno, para complacerse a sí mismo, puede decir que tiene «capacidad de improvisación» para llamar a algo que a lo mejor los que le rodean piensan que es desorganización y falta de previsión. Con esto sucede lo mismo: en una sociedad que promueve el individualismo y la falta de solidaridad a todos los niveles (empezando por la familia) se pretende llamar «estar seguro de sí mismo», que suena muy bonito, a lo que más propiamente se debe llamar ser un egoísta.
#38Una de las experiencias más perturbadoras que he tenido en mi vida ha sido la de notar, una y otra vez a lo largo de los años, la imposibilidad de hablar al corazón, a la conciencia profunda de los individuos que han cambiado su personalidad por un estereotipo grupal o ideológico.
Digas lo que digas, les muestres incluso las realidades más obvias y llamativas, nada los toca. Sólo ven lo que quieren. Han perdido la flexibilidad de la inteligencia. La han cambiado por un sistema fijo de emociones repetitivas, accionadas por un reflejo insano de autodefensa grupal.
Al principio no es realmente un cambio. El estereotipo es adoptado como un revestimiento, una señal de identidad, una contraseña que facilita la integración del sujeto en un grupo social y, liberándolo de su aislamiento, hace que se sienta hasta más humano. Después, la progresiva identificación con los valores y objetivos del grupo va sustituyendo las percepciones correctas y los sentimientos originales por una imitación esquemática de las conductas y gestos mentales del grupo, hasta que la individualidad concreta, con todo su misterio irreducible, desaparezca bajo la máscara de la identidad colectiva.
Esta transformación se vuelve prácticamente inevitable cuando la unidad de grupo tiene una fuerte base emocional, como sucede en todos los movimientos fundados en un sentimiento de «exclusión», «discriminación» y similares.
[…] cuanto más exageradas y menos realistas son las quejas grupales, tanto más fácilmente abastecen al militante de un «Ersatz» de identidad personal, precisamente porque no tienen otra sustancia excepto el propio énfasis del discurso que lo transmite.
A la insensibilización de la conciencia profunda corresponde, en contrapartida, una hipersensibilización de la superficie, una susceptibilidad postiza, una predisposición a sentirse ofendido o amenazado por cualquier cosita que se oponga a la voluntad del grupo.
(…)
El individuo «siente» que está expresando la realidad directa cuando su discurso coincide con las emociones estandarizadas del grupo, con los deseos, temores, prejuicios y odios que constituyen el punto de intersección, el lugar geométrico de la unidad grupal.
Entre unos y otros, vais a destrozarlo todo. Llenais vuestros discursos de palabra bonitas y superioridad moral pero, en realidad, solo os importan vuestras agendas y objetivos. Al pueblo, solo desprecio y opresión.
El POLITICORRECTISMO que grupos ideológicos y asociaciones, que acaban viviendo de los fiascos que ellos mismos promocionan, acaba por convertirse en DICTADURA.
Ejemplo de esta perversa dinámica (que practica #71 o #105, por ejemplo)
1º Llenamos un barrio de inmigración no cualificada y muy atrasada en cuanto a valores que han costado siglos lograr
2º Ante la problemática de ghetto las propias asociaciones y grupos ideológicos que la promueven reclaman SOLUCIONES (más ayudas sociales, más subvenciones a estas asociaciones, más técnicos en igualdad, integración, diálogo intercultural, trabajadores sociales, vpos, alquileres...) que ellos mismos acaban gestionando.
3º Para mantener este Status, crean una lista de TABÚES. Aquél que ose opinar o criticar será tildado de "racista", "nazi", "retrógrado", y temerá volver a pronunciarse para evitar denuncias y problemas.
4º Los políticos y los pijo-progres viven de este STATUS QUO en urbanizaciones acomodadas. Mientras el señor y la señora Martinez (o Smith o whatever) son expulsados de barrios enteros o condenados a convivir con desconfianza, delincuencia, y odio racial (de los inmigrantes hacia ellos)
#97 Tu éres de una "cuenta gilipollesca". Eso lo tengo claro.
#91Es decir, típico de gente que analiza las cosas como mejor convenga a su autoestima.
Usted ha dado con la clave: la prepotencia moral e intelectual. Por detrás de bastantes de estos lo que hay son prepotentes morales e intelectuales, que mantienen una posición para «elevarse» sobre sus congéneres, los vulgares paletos de la aldea vecina.
#85 Seguramente no es la primera vez que otros han pensado que hago el ridículo. Es lo que tiene la prepotencia, suele ser autocomplanciente del uno y minusvalorizadora del otro.
#76 Bueno, te fuiste a hacer turismo hippy flowers. Eso también te pega. Te vas un mes de «multiculturalismo» hoteril y porreril, te lo pasas bien y vuelves contentísimo de lo «abierto» que eres a «toda clase» de gente.
Lo propio de gente que si después tiene que vivir y trabajar en barrios de inmigración se le derrumba el buenismo en cuatro días.
#44 Mi señora no hay semana que no oiga comentarios o proposiciones. Una vez le propuso un tipo de cierta edad acostarse con él, y tenía ella un amigo argelino-marroquí cerca que le respondió al hombre en árabe. Al parecer, le dijo que tenía que «respetarla», a lo cual el hombre respondió que no tenía por qué hacer tal cosa, «ya que no es musulmana». Una maravilla el multiculturalismo, oiga. Esto no es el eurocentrismo europeo, qué va, es mucho mejor.
Después dicen algunos que «la variable socioeconómica es más determinante que la étnica en lo que se refiere a la posibilidad de ingresar en prisión» (www.abc.es/internacional/20130927/abci-marruecos-carcel-amberes-201309). Claro, será que los obreros belgas de varias generaciones no respetan a las mujeres «que no son musulmanas».
Lo curioso del rollo este rollo tan progre y «antirracista» es que ni se da cuenta de cómo, muchas veces, atufa a clasismo. «Es la variable económica». Pues toda la vida ha habido muchísima gente de pocos medios que no robaba ni violaba a nadie. Sobre todo lo segundo, porque sisar para conseguir algo de comer puede suceder y es comprensible. Pero me parece que la violencia sexual o el asesinato asociados a la inmigración tiene más que ver con la desintegración social y cultural (o con el «racismo inverso») que con desigualdades económicas.
No sé por qué te ves con el derecho de decir esta tierra es mía y de esta línea para aquí no paséis.
Tú te tragas demasiada propaganda neoliberal en contra de las fronteras y los pueblos, pro inmigración Laissez Faire, que no computa en la ecuación los costes sociales y culturales.
Ejemplos:
► Articulos chupi-guays llenos de cinismo y pragmatismo económico (para las élites claro) en la página web de referencia del liberalismo español: Instituto Juan de Maria.
"La UE debería hacer todo lo posible para socavar la homogeneidad nacional" dice el responsable de inmigración de la ONU (y de Goldman Sachs) www.bbc.co.uk/news/uk-politics-18519395
Esto no lo dice un Don Nadie, lo dice Peter Sutherland:
-Director de director no-ejecutivo de Goldman Sachs International.
-Antiguo presidente de British Petroleum (BP),
-Representante Especial de la ONU para la Migración,
-Fundador del Fórum Global de Migración y Desarrollo.
-Presidente de la London School of Economics.
-Director General del GATT (General Agreement on Tariffs and Trade - Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio)
-Invitado asiduo a las reuniones del Club Bilderberg, por supuesto.
- Hace campaña para abolir las fronteras.
#39 Yo no estoy realmente de acuerdo con el comentario que cité, porque —aunque creo que la inmigración es un problema— no creo que las causas estén en lo que dice el comentarista. Él parece que lo atribuye al «estrés» de las circunstancias difíciles (países en guerra, dictaduras, etc.) Cuento chino, en el fondo visión buenista de las causas de la violencia y la delincuencia. Yo lo atribuyo más bien a lo que dices tú, que son unos desgraciados, unos chonis. Sus padres han sufrido un choque cultural brutal, y en los choques culturales así generalmente lo que se provoca no es el «enriquecimiento» de perspectivas (trola que ha vendido el multiculturalismo), sino la anomia: la conciencia de que los valores de la cultura de origen han quedado derrumbados, de que los valores de la cultura de recepción son falsos (cosa nada difícil de concluir en Europa, ya que además están en crisis). Y en esa circunstancia lo que suele hacer la gente es entregarse a la indolencia o a la autosatisfacción materialista («no creo en nada, busco vivir bien»).
Si además de rotos los vínculos y las responsabilidades sociales, la propaganda y los medios estimulan obsesivamente el consumismo y el hedonismo, lo normal es que suceda lo que sucede en muchas ciudades con pobreza y marginalidad: ese tiene un smart phone que me gusta, lo quiero para mí, le pego (o lo mato) y me lo llevo. Punto.
#30 Me recuerda a una noticia que oí hace unos días en la SER: habían detenido a un grupo de personas que «obligaban» (decía la SER) a menores de instituto a prostituirse. Para «obligarlas» (usaron el verbo varias veces) les regalaban cosas: dinero, móviles… Uno escuchaba la noticia con cierto sentido crítico y se daba cuenta del percal: las menores no le daban importancia a prostituirse si con ello les regalaban objetos de valor o dinero, pero como sería incómodo para el «progresismo» de la SER reconocer que hay una cultura del puterío instalada en buena parte de la adolescencia, inculcada por la generación de sus «progres» padres, se pinta la noticia como si a las chavalas las hubieran raptado y las tuvieran secuestrada. La autocrítica, cuando lleva a concluir que uno es responsable de haber contribuido a la propagación de la mierda moral en la sociedad, es muy difícil. Por eso muchas veces lo que se hace en enrocarse en la posición y ocultarse la realidad hasta a uno mismo.
Dice un comentario en la página original (negritas mías):
No es cuestion de moros, negros, rumanos, o españoles...cualquiera te puede dar un buen susto. La gente es peligrosa de por si...sobre todo si vienen de paises duros, con pobreza, represión politica...antiguas guerras etc.
Jovenes 30 añeros nuncafollistas en el Siglo XIV Veneciano:
Parece ser si hacemos caso al texto, que se "vengaban" de los ricos de la ciudad, por no poder casarse debido a la falta de posicion social y dinero, violando en grupo a las empleadas de los ricos (!)
Es un poco parecido a la valvula de escape que se le da a buena parte de la juventud:
Irse de putas con inmigrantes, para "vengarse" de tener posicion social, para tener su piso, con su novia o una adecuada vida sexual normalizada debido a la crisis "En la Venecia del siglo XIV, la violación de mujeres proletarias solteras rara vez tenía como consecuencia algo más que un tirón de orejas, incluso en el caso frecuente de un ataque en grupo (Ruggiero, 1989: 94, 91-108). Lo mismo ocurría en la mayoría de las ciudades francesas. Allí, la violación en pandilla de mujeres proletarias se convirtió en una práctica común, que los autores realizaban abierta y ruidosamente por la noche, en grupos de dos a quince, metiéndose en las casas o arrastrando a las víctimas por las calles sin el más mínimo intento de ocultarse o disimular. Quienes participaban en estos “deportes” eran aprendices o empleados domésticos, jóvenes e hijos de las familias acomodadas sin un centavo en el bolsillo, mientras que las mujeres eran chicas pobres que trabajaban como criadas o lavanderas, de quienes se rumoreaba que eran “poseídas” por sus amos (Rossiaud, 198 22).De media la mitad de los jóvenes participaron alguna vez en estos ataques, que Rossiaud describe como una forma de protesta de clase, un medio para que hombres proletarios –forzados a posponer su matrimonio durante muchos años debido a sus condiciones económicas– se cobraran “lo suyo” y se vengaran de los ricos"
#106 No creo que sea simplemente tu culpa; mi comentario viene, en el fondo, porque creo que el programa Erasmus es una pantalla que suple los problemas de la educación en Europa. El programa Erasmus es el caso típico de despilfarro ineficiente de fondos públicos como consecuencia de una decisión político-propagandística. A la Unión Europa se le ocurre una «brillante» idea, de esas que quedan muy bien y muy poéticas sobre el papel («intercambio de conocimiento, desarrollo de la sociedad de la información, conocimiento de culturas que abre la mente y expande el espíritu», blablabla), y como lo que interesa no es la efectivación concreta y real de estos lemas poéticos, sino su uso propagandístico, se hace lo que suelen hacer las burocracias políticas: repartir dinero para que los que los reciben se lo gasten como les plazca (con sentido o sin él), y todos contentos. Así el programa Erasmus es lo que es: programa Orgasmus, unas vacaciones muy guays donde se conoce gente, se folla mucho, no se aprende realmente mucho cosa que no se pudiera aprender desde la universidad de origen (aquí es donde alguien podrá decir que se fue de Erasmus y aprendió cosas diferentes, vamos, sí, lo que se aprende por impregnación de estar en lugar, nada que justifique el programa Erasmus en sí mismo), pero que a los estudiantes les parece esencial porque satisface algo que es esencial para la mayor parte de los estudiantes entre 18 y 23 años: conocer ambientes diferentes, hacer amigos, folletear variado, etc.
Para mí la utilidad real que sí tiene el programa Erasmus es crear una cultura del ocio y de la «movilidad» (léase, emigración) entre los jóvenes europeos. Ambas cosas muy funcionales para la precarización económica actual.
#47 Es una sociedad enferma, tanto por la paranoia como por privar a los niños de la vida comunal (la tradicional, en la que todos los adultos cuidan de los niños, aunque no sean los suyos, y los niños juegan juntos y visitan la vida de los demás). Esta privación traerá graves consecuencias psicoafectivas para estos niños, que serán unos adultos más aislados, individualistas y faltos de empatía y capacidad de dar afecto (o sea, serán como se les exige en este proyecto de «sociedad» de individuos sociópatas y frustrados que se está creando).
#129 ¿Por qué recomiendas ver la película? La he visto, pero no sé por qué lo dices.
#19 Los niños necesitan la autoridad de sus mayores. El poder de hacer simplemente lo que quieren les genera más insatisfacción que placer; ya sin tener en cuenta que no se eduquen en responsabilidad, etc. Por eso dejar que un niño mande en su casa es, en primer lugar, una crueldad con el niño. Lo hacen padres egoístas —que no se quieren «complicar la vida»— o muy muy tontos. Pero sobre todo lo primero (no hay tantos tontos en el mundo).
#41 La postura progreta que criticas no tiene que ver con una actitud racional, sino con una pretensión, clasista en el fondo, que tiene el progreta de hacer ver que posee una «sensibilidad» o «ética» superior al resto de la «chusma» de sus conciudadanos, porque se escandalizan con desigualdades/injusticias/prejuicios que pasarían desapercibidos al común de sus semejantes. Como eso es una estrategia de pantalla social, el análisis de los hechos es irrelevante para el progreta. Con idependencia del fondo, lo que el progreta hará será decir que le parece normal aquello que a la mayoría le parece anormal, para mostrar que es más «tolerante», o sea, superior, que el resto; o al revés, censurar como injustificado aquello que a la mayoría le parece justificado, para mostrar que es más «ético», o sea, superior, que el resto. Por eso sucede, con cierta frecuencia, que el progreta llega a aparentar que siente más conmiseración y dolor por un violador que ha sido condenado con demasiado rigor que por la víctima. Porque mostrar que sientes pena por una persona violada está al alcance de cualquiera, es una demostración de piedad muy simple, demasiado vulgar, al alcance de cualquier sensibilidad mediocre. Pero si muestras que eres capaz de sentir lástima por una persona repudiada por la sociedad, por un deshecho humano… oh, ahí sí que demuestras que eres alguien especial.
La exacerbación de esta táctica ha llevado a la inversión pública de los valores más elementales, y así tenemos que mientras las urbes europeas se llenan de musulmanes que no se cortan un pelo en tratar como putas, en plena calle, a cualquier mujer que se atreva a llevar pantalones, o que preguntan a cualquier mujer que lleve el pelo al aire cuánto cobra por servicio sexual, etc. (www.levif.be/info/actualite/belgique/harcelement-a-bruxelles-j-ai-pris), mientras eso sucede, ¿cuál es la preocupación principal del buen progreta? Llamar racista al que señale esto, y prevenir en contra de la «xenofobia» contra los acosadores sexuales y contra los aspirantes a exportar en Europa la represión político-religiosa musulmana.
– Negación de la muerte: la muerte da miedo (sobre todo la de uno ). La religión es un paliativo (no completamente eficaz, pero paliativo) contra ese miedo. Como actualmente no creen ni los que van a misa, no hay ese paliativo, y la actitud más frecuente es decir que «mejor no pensar en eso», y carpe diem.
– Muerte digna: estoy de acuerdo en que no tiene sentido alargar una enfermedad terminal con métodos crueles. Pero no me refiero a lo que cada uno piense, sino a por dónde va a ir la cuestión, socialmente hablando. Por poner un ejemplo, es como fue en su momento el debate sobre el aborto. Cuando se debatía hace años a favor del aborto se hacía a partir de casos como violaciones, enfermedades de la madre o del hijo, etc. Por esos casos se llegó a una justificación social del aborto, y hoy en día la mayoría de los casos en que se aborta no se corresponden a ninguno de esos casos, pero todavía se argumenta en favor del aborto usando ese tipo de casos (una niña violada por su tío, etc.)
Creo que la tendencia con el debate sobre la «muerte digna» es a que suceda lo mismo. Se empieza hablando de lo inhumano del «ensañamiento» con enfermos terminales y se acaba deslizando la normalización de la ayuda al suicidio a personas que no tienen ningún problema fisiológico y que deben ser ayudadas por la sociedad a recuperar las ganas de vivir, sólo que nuestra sociedad está tan degradada que muchas personas carecen de ese sentimiento natural de querer evitar que otros se suiciden.
Ejemplo para mí paradigmático de este deslizamiento fue la película Mar adentro, de la cual la gente suele decir que defendía la eutanasia cuando defendía la ayuda al suicidio, que es una cosa diferente. Que la gente confunda eutanasia con suicidio dice mucho. Tenemos también unos negocios incipientes (eufemísticamente llamados «clínicas»), en algunos países, que con el paraguas de la «muerte digna» se plantean hacer dinero matando gente (medpundit.blogspot.be/2006/04/freedom-from-worry-give-them-your.html) en nombre de la «dignidad». Yo creo que los tiros van por ahí.
#104 Es un tema político. Estamos hablando de la vida humana y de las leyes que la protegen o que la limitan. Las leyes son producto de la política. Si cada uno de nosotros viviera solo en lo alto de una montaña, podría imaginar que la política no le alcanza. Pero si dicen que el estado debe regular la vida y las condiciones de vida de las personas, entonces estamos hablando de política.
La mujer que escribe esto debe de ser una patriarcal machista, pues dice que las mujeres que se emborrachan tienen más riesgos de ser atacadas sexualmente.
Experts I spoke to who wanted young women to get this information said they were aware of how loaded it has become to give warnings to women about their behavior. “I’m always feeling defensive that my main advice is: ‘Protect yourself. Don’t make yourself vulnerable to the point of losing your cognitive faculties,’ ” says Anne Coughlin, a professor at the University of Virginia School of Law, who has written on rape and teaches feminist jurisprudence. She adds that by not telling them the truth—that they are responsible for keeping their wits about them—she worries that we are “infantilizing women.”
He aquí el discurso sexista en su plenitud, pretendiendo hacernos creer que advertir de los peligros y debilidades es enseñar a actuar con madurez. Yo a mi hija siempre le digo que da lo mismo ir sola por la calle y ciega de alcohol u otras sustancias que ir consciente, pues si alguien se aprovecha de ella por estar ciega la responsabilidad moral es completamente de este sujeto, no de ella. Yo mismo sigo la línea de razonamiento que aplico con mi hija y voy beodo —me gusta empinar, qué pasa— a mi trabajo de socorrista marítimo, pues según las estadísticas la mayoría de la gente que se ahoga en el mar lo hace por imprudencia suya. Así que, si no los consigo sacar porque voy beodo, es culpa de ellos: no se hubieran metido. Qué coño.
#156 Una de las cosas que deben hacer los padres es hablar con sus hijos sobre qué tipo de persona es fiable y quién no. No solamente por las «pintas» que trae, sino en un sentido general: cómo es una persona solidaria, cómo es una persona generosa, noble, etc… Los padres deben compartir sus juicios de valor, y así los hijos pueden desarrollar su percepción (claro que para esto los padres deberían tener juicios sensatos, cosa que no es segura que todos tengan).
#147 Bueno, yo no creo que se diga que todos los hombres son violadores. Me parece lógico advertir contra peligros posibles, y las mujeres tienen un peligro específico (el ser violadas) que no tienen, por lo general, los hombres. Y el motivo fundamental de eso no es de ocasión (que las mujeres sean más fácilmente reducibles que los hombres), sino de motivación/pulsión: la violencia física es una cosa más masculina que femenina, bastante más.
Pero a mí este no me parece el mayor problema que hay. Yo creo que el mayor problema que hay, más allá de cosas delictivas, es que se está inculcando a los niños y adolescentes, por exposición ambiental, en la idea de que las relaciones de pareja son naturalmente conflictivas, al mismo tiempo que se estimula el egoísmo de cada individuo (en general y en sus relaciones de pareja en particular), con lo cual la idea de que «los hombres son unos tal» (agresivos, cerdos, etc.) o «las mujeres son unas tal» (falsas, aprovechadas, etc.), con la cual van creciendo con unas ideas peyorativas sobre el otro sexo que, tristemente, se van «confirmando» en sus experiencias concretas, con lo cual el conflicto se acaba haciendo real.
#119 Estas cuestiones están viciadas porque muchas mujeres consideran que deben hacer las cosas atendiendo a dar una imagen de «libertad», más que a su voluntad de hacer esa cosa, o al cálculo de conveniencia de hacerlo.
Más de una vez me he encontrado con este tipo de frases, mujeres que dicen «yo sé que debería hacer lo que me aconseja mi marido/novio, pero no me gusta hacerlo, porque la gente va a pensar que lo hago por influencia de mi marido/novio». Al final, la necesidad de parecer una «mujer libre» puede ser un convencionalismo que reprime psicológicamente también la libertad.
Lo mismo se puede aplicar aquí. A mí no me causa pudor evaluar mi debilidad física ante determinadas situaciones y decir: «por ese sitio no paso, porque puedo tener problemas». Pero hay mujeres que creen que ese cálculo debe estar subordinado a una afirmación de igualdad y a hacer lo mismo que haría un hombre promedio, en aras del «no sexismo», etc.
Es fácil autoafirmarse en eso, porque la mayoría de los hombres no son violadores ni atracadores. De modo que si una mujer va sola por la noche, lo más probable es que ni la violen ni la atraquen. Con lo cual quien quiera decirlo podrá decir eso de «pues yo siempre voy sola por ahí y nunca me ha pasado nada».
Otra cosa es el baboseo y las faltas de respeto relacionadas con la sexualidad. No creo que haya muchas mujeres que las desconozcan.
Los neopuritanos posmodernos de las «relaciones abiertas» recomiendan, con poco juicio, otra «solución»: la represión interior y de la conciencia. Típica solución puritana. Igual que antes la puritana ejercía una violencia psicológica contra sí misma y se esforzaba por reprimir su sexo, hoy el puritano posmoderno de las «relaciones abiertas» se somete a la violencia de saber que su pareja copula con otro e intenta reprimir sus sentimientos al respecto. Igual que antes, la violencia psicológica, la autorrepresión, distorsiona la personalidad y genera infelicidad y problemas.
Los puritanos, de uno u otro signo, suelen ser aficionados a la represión psicológica. Por eso suelen mantener una fachada de calma y «civilidad» por debajo de la contención forzada interior.