Hoy, en la era de la técnica, cada bip, cada destello de luz, cada vibración es una llamada a la dispersión. Del trabajo en papel puede arrancarnos la imaginación, la pereza… Pero en el ordenador hay millones de clics latentes que quieren arrastrarnos por webs, redes sociales, vídeos, memes, hasta que acabemos viéndonos, naufragados, quién sabe dónde y con toda la tarde echada a perder.
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