El próximo 15 de marzo los proyectos basados en el navegador Chromium dejarán de tener acceso a varias de sus APIs, que serán privadas y que afectan por ejemplo a la geolocalización o a la sincronización de cuentas de Google. La situación nos recuerda que Chromium, como Android, no era tan Open Source como podría pensarse. Muchos usuarios y desarrolladores de Linux protestan ahora por una decisión que les afecta especialmente, pero que también tiene impacto sobre proyectos como Microsoft Edge, Brave o Vivaldi.
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